domingo, 11 de enero de 2009

Las banquetas de Polanco

Néstor de Buen

Convengo que el tema sugerido no es precisamente uno que suscite preocupaciones políticas. Hasta puede provocar la idea de que el autor es un personaje frívolo que se ocupa de cosas que no tienen importancia.

Dejo constancia, sin embargo, de que la referencia a Polanco, zona de habitación de clase media alta, con espléndidos restaurantes y comercios de lujo, deriva de dos razones fundamentales: vivo en Polanco y tengo mi despacho en Polanco. Luego, conozco Polanco.

Claro está que lo que ocurre en estos rumbos estoy seguro de que se repite en toda la ciudad. Pero apegado a las reglas de la prueba testimonial, no siempre la más idónea para acreditar ciertos hechos, me reconozco el derecho de tratar un tema que conozco y no de oídas o por recomendación imperiosa de un abogado preparador de testigos falsos, que lo suelen ser en la mayoría de los casos.
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