miércoles, 1 de julio de 2009

Obligado, y mordiéndose la lengua

María Teresa Jardí

A pesar de las mentiras de los medios a modo de la derecha hondureña y de otros países. A la altura de las circunstancias se vio Oscar Arias al darle de inmediato no sólo la bienvenida a Zelaya sino al poner los medios para la rueda de prensa sin límite, ni de intervención explicativa del presidente recién secuestrado de su cama, ni de preguntas de los medios nacionales e internacionales convocados y presentes. A la que asistió el propio Presidente de Costa Rica. Y medios más libres, como el canal 24 Horas de España, que a través de la televisión de paga se ven en el mundo entero, estuvieron también a la altura de las graves circunstancias el domingo pasado que pudo ser el día más negro del siglo XXI para Latinoamérica. Porque de haber cuajado ese golpe como la derecha esperaba que sucediera. Hubieran seguido los golpes en cascada, en Latinoamérica, que la derecha ya preparaba. Otra sería la historia de Zelaya si los gorilas lo hubieran traído a México o llevado a Colombia. E incluso quién sabe cuál sería la historia del golpe de Estado si hubiera sido llevado a los Estados Unidos de Norteamérica el único Presidente constitucional y por ende legítimo de Honduras. Circunstancias las del secuestro y traslado de Zelaya de las que debemos alegrarnos todos los pueblos latinoamericanos.
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