Desfiladero
El hoyo de las donas de Carstens
Jaime Avilés
El hoyo de las donas de Carstens
Jaime Avilés
¿Por qué no ha presentado su renuncia el secretario de Hacienda, Agustín Carstens? Su desatinado manejo de las finanzas públicas le ha dado ya un sitio excepcional en la historia. Gracias a sus gestiones, durante el segundo trimestre de 2009 la economía mexicana registró su peor caída desde 1932, cuando en el marco de la Gran Depresión se contrajo 14 por ciento (según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía citados por CNN el jueves).
Leer Nota AQUIDinero
- ¿Deveras es ineludible el regreso del PRI?
- Resurge por la caída del PAN y la división de la izquierda
- Para muchos todavía no es un hecho
¿Es inevitable el regreso del PRI a Los Pinos? El 57 por ciento de las personas que encuestamos esta semana considera que no es un hecho su regreso; en contraste, el 40 por ciento sí lo ve inevitable y 3 por ciento comenta que le es indiferente.
Metodología
Esta semana enviamos 2 mil 500 cuestionarios por correo electrónico y contestó 89%. Algunas personas acompañaron sus votos con su opinión, todas pueden leerse en el foro. Enseguida reproducimos algunos fragmentos.
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Esta semana enviamos 2 mil 500 cuestionarios por correo electrónico y contestó 89%. Algunas personas acompañaron sus votos con su opinión, todas pueden leerse en el foro. Enseguida reproducimos algunos fragmentos.
México SA
- Calderón y el "decreto de tope máximo"
- ¿Cuál ingreso se considera?
- Educación: "tope mínimo"
Carlos Fernández-Vega
Sin quitarle una pestaña al voluminoso monstruo peludo de sueldos, sobresueldos, compensaciones, prestaciones y el resto de jugosos "estímulos" que obtiene la burocracia –la de arriba y la de abajo–, el inquilino de Los Pinos firmó un decreto que pone "tope" al nivel salarial de los llamados "servidores públicos". A partir de ahora "nadie podrá" obtener un salario igual o superior al recibido por el "austero" abajo firmante (salvo los ministros de la Suprema Corte y del TEPJF, los consejeros del IFE y tantos etcéteras que no incluye el susodicho decreto).
Leer Nota AQUIRecorte a universidades: gobierno sin visión
El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, anunció ayer, durante una reunión de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, que el gobierno federal aplicará un recorte presupuestal de uno por ciento a las universidades públicas en el país para lo que resta de este año, lo que representa un monto de 800 millones de pesos. Tras el anuncio, el funcionario agregó que serán las propias instituciones educativas las que irán definiendo "con su buen juicio y criterio" los rubros que se verán afectados por esta disminución, a la que calificó como "francamente menor y muy pequeña, para garantizar que (las universidades) sigan operando sin ningún problema". Por su parte, en el mismo encuentro, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México –institución que verá reducida su participación presupuestal en más de 200 millones de pesos–, José Narro, lamentó la determinación del gobierno federal y advirtió que "se ha perdido el interés por el futuro".
Leer Nota AQUIActeal y la guerra que nadie quiere ver
Federico Anaya Gallardo*
Lo que amenazó Nexos en el otoño de 2007 se ha cumplido. Los asesinos materiales condenados por la masacre de Acteal ya pasean por las calles (Pablo Romo, Emeequis 185, 17 de agosto de 2009). Y no. No exactamente. El contradictorio gobernador de Chiapas, Juan Sabines II, logró un acuerdo con los amparados por la Suprema Corte para que no regresen al municipio de Chenalhó. Noé Castañón, el actual secretario de Gobierno sabinista, informó que "el gobierno estatal otorgará todas las facilidades para que estas personas recién liberadas se ubiquen en un punto geográfico diferente, y distante, dentro del territorio estatal." (La Jornada, 14 de agosto de 2009). Castañón explicó que con ello se fortalecerían "la distensión, la paz y la convivencia armónica y civilizada."
Leer Nota AQUILa doctrina social vaticana y los tecnócratas mexicanos
Gustavo Leal F.*
Gustavo Leal F.*
“No se puede ‘dar’ al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde”. Con esta afirmación principia la encíclica vaticana Caridad en la verdad (2009), severo juicio sobre el estado de la cuestión social en la era de la globalización y la gestión tecnocrática de la seguridad social, particularmente la expropiación que ha ejecutado el mundo financiero sobre los recursos pensionarios de los trabajadores.
Leer Nota AQUILa seguridad: un derecho humano globalizador
Miguel Concha
Miguel Concha
Hace unos días se informó que la percepción de la población sobre la prevención y persecución del delito es todavía muy baja –peor que hace un año–, lo que exige revisar integralmente la estrategia sobre seguridad, para garantizar esta obligación primera del Estado.
Leer Nota AQUIActeal, la realidad y la ficción
Rafael Landerreche*
Rafael Landerreche*
Lupita, Ernestina y Lucía eran unas niñas de 13, nueve y cuatro años cuando vieron morir a sus padres el 22 de diciembre de 1997 asesinados por las balas de los paramilitares. Su hermanito menor, el kox, como le llaman los tzotziles, murió en brazos de su madre. Otros cuatro de sus hermanos también murieron ese día y fueron sus cuerpos inertes los que a ellas les salvaron la vida al cubrirlas de las miradas de los asesinos. El 14 de agosto pasado se sentaron juntas en el pavimento frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) después de oír el fallo de los ministros que liberaba a los asesinos de su familia. Sus ojos estaban enrojecidos por un llanto apenas contenido. Lupita –la mayor– dijo, en voz entrecortada por el dolor, "¿ahora qué vamos a hacer?" Unos días antes Lupita había visto con otros miembros de Las Abejas el video de los abogados del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) entrevistando a sus defendidos en la cárcel. De pronto el rostro de Lupita se ensombreció, mientras señalaba con el dedo "ése mató a mi mamá". Se podía adivinar su estremecimiento interno. Ahora Lupita y sus hermanos tendrán que soportar un estremecimiento mayor cuando vean a ese hombre en carne y hueso mientras transita libremente por los caminos de Chenalhó.
Leer Nota AQUILa guerra perpetua
Ilán Semo
Ilán Semo
Kant: la utopía fallida. La satírica expresión con la que Kant tituló a su esencial ensayo sobre la guerra, La paz perpetua, albergaba una de las mayores (y acaso más cándidas) ilusiones que la Ilustración figuró para la sociedad moderna: la ilusión de que el tipo de legitimidad sobre la que se erigía la república dificultaría la tendencia (a diferencia de la que sostenía a la monarquía) de las estados nacionales a enfrascarse en guerras entre sí. Escribe Kant hacia 1795: “La constitución republicana… tiene la ventaja de ser la más propicia para llegar al anhelado fin: la paz perpetua… He aquí los motivos de ello. En la constitución republicana no puede por menos de ser necesario el consentimiento de los ciudadanos para declarar la guerra. Nada más natural, por tanto, que, ya que ellos han de sufrir los males de la guerra –como son los combates, los gastos, la devastación, el peso abrumador de la deuda pública, que trasciende a tiempos de paz–, lo piensen mucho y vacilen antes de decidirse a tan arriesgado juego”. Kant era un filósofo lleno de esperanzas (o al menos quería imbuir con ellas al nuevo orden republicano que había emanado de la Revolución Francesa), no un iluso. En el mismo texto, se puede leer que una "república oligárquica" podría ser mucho más inclemente a la hora de la guerra que una monarquía. La razón, decía, era que un "déspota" moderno no tendría miramientos en reclamar para sí el derecho a abolir todos los derechos.
Leer Nota AQUILos retos de las izquierdas: el terreno
Gustavo Gordillo/I
Gustavo Gordillo/I
Las izquierdas en México están divididas, desorientadas y más preocupadas por ocupar espacios que por construir alianzas estratégicas. Esto es evidente en los partidos que se reclaman de izquierda, pero también entre las organizaciones no gubernamentales y agrupamientos de la sociedad civil. Todas tienen prisa por ocupar un espacio sin discutir para qué ni con quiénes. Practican frecuentemente la vieja consigna de La sombra del caudillo. El principal verbo que se conjuga en política es el verbo madrugar.
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