lunes, 31 de agosto de 2009

Rodearse de ineptos tiene un costo.

Bucareli
Jacobo Zabludovsky

2 de noviembre

El cambio de fecha del informe presidencial no es un ajuste de agenda sino la demostración de que no es igual integrar un gabinete de servidores eficientes que de cuates del alma. Antes de acomodarse en sus curules, los diputados del PRI le avisaron al Jefe del Poder ¿Ejecutivo? quién manda ahora y, de paso, le recetaron una lección de procedimientos reglamentarios.

La tragicomedia del informe obliga a fijar una nueva fecha anual de su presentación. Se sugiere el Día de Muertos como la más adecuada, por lo menos en lo que resta del sexenio, habida cuenta de los efectos que el batacazo del 5 de julio produjo en el organismo gubernamental.
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