lunes, 16 de agosto de 2010

DE LAS ADOPCIONES LEGALES PARA PAREJAS HOMOSEXUALES

Esta nota no solo viene impregnada de tintes político-sociales, sino también con un poco de ciencia.

En México se acaba de legalizar la adopción por parte de parejas homosexuales. No he leído mucho al respecto, pero dejando un poco de lado las notas periodísticas al respecto, me ponen a pensar los comentarios vertidos por los lectores, pues no se puede negar lo tremendamente conservador de la sociedad mexicana en general (mucho de ese conservadurismo apestando con el tufo de creencias mal-entendidas, mal-enfocadas y hoy en día muy torcidas en su esencia), pero además de conservadora, nuestra sociedad todavía vive impregnada de enorme ignorancia y desconocimiento de muchos temas.

A continuación dejo una excelente nota científica que leí haca ya poco más de un año, en la cual se explican diversos ejemplos de comportamiento 'homosexual' en diversas especies de animales. Solo espero que no nos invada la moral, pues la moral no existe en la naturaleza, en la naturaleza solo existe la adaptación como parte de la superviviencia de la especie.

Tomado del blog Un planeta con canas:



EL EXITO DE LAS ALBATROS LESBIANAS

Público Digital

El amancebamiento entre animales del mismo sexo no es un capricho de unas cuantas alimañas lujuriosas. La homosexualidad es una opción vital compartida por centenares de especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios, incluso de insectos, moluscos y nematodos. La literatura científica está llena de ejemplos. Los muflones canadienses sólo montan a las hembras que se comportan como machos. Los pingüinos barbijos en cautividad forman parejas masculinas que persisten durante años. Y la mitad de las acometidas sexuales de los machos de delfín mular tienen como destinatario otro macho.

Estos comportamientos violan, en apariencia, la ley más sagrada del reino animal: la de la procreación. Si un individuo no tiene descendencia, como ocurre supuestamente en un ejemplar homosexual, su modo de vida se esfuma en la línea evolutiva. Sin embargo, esta jurisprudencia no está tan clara para los biólogos Nathan Bailey y Marlene Zuk, de la Universidad de California.

Ambos científicos publican hoy en la revista Trends in Ecology and Evolution un estudio que da la vuelta al dogma. El comportamiento homosexual no sólo es compatible con Darwin, sino que es en sí mismo un actor capaz de modificar la evolución de una especie. "Como cualquier otro comportamiento que no conduce directamente a la reproducción, -como la agresividad y el altruismo-, las relaciones entre animales del mismo sexo pueden tener consecuencias evolutivas que empiezan a ser consideradas", explica Bailey.

Compartir las tareas del nido

El investigador pone como ejemplo al albatros de Laysan, un ave marina originaria del archipiélago de Hawai. Un tercio de las parejas de esta especie está compuesto sólo por hembras, que se cortejan y comparten las tareas del nido. Aunque el éxito de las parejas lesbianas a la hora de sacar adelante a sus polluelos es menor que el de los duetos formados por un macho y una hembra, supera ampliamente al de las madres solteras.

Esta tendencia lésbica es, según Bailey, una ventaja evolutiva. En la colonia estudiada, la proporción de hembras era mucho mayor que la de machos. Si no existieran las parejas homosexuales, las hembras pelearían por los machos y provocarían separaciones en las parejas heterosexuales. El número de polluelos, en ese caso hipotético, caería en picado. Otras especies de aves marinas, como el charrán rosado habitual en las islas Canarias y la gaviota de California, también disfrutan de estas ventajas evolutivas del lesbianismo.

Los biólogos señalan otras especies que aprovechan las conductas homosexuales para aumentar su éxito reproductor. Algunas cucarachas macho, por ejemplo, imitan el comportamiento de las hembras para ser montadas por otros machos. Al calmar los impulsos sexuales de estos, los insectos travestidos tienen el camino expedito para cubrir a las hembras.

Bailey y Zuk piden que no se esgriman los estudios científicos de comportamientos animales como arma política. Sin embargo, ellos mismos recuerdan en su artículo que el trabajo del biólogo canadiense Bruce Bagemihl, que documentó comportamientos homosexuales en 450 especies, fue fundamental para que el Tribunal Supremo de EEUU tumbara en 2003 una ley que pretendía prohibir la sodomía en Texas.

Miles de ejemplos en el reino animal

La mosca de la fruta
Los escarceos amorosos entre moscas de la fruta del mismo sexo podrían deberse a un error genético. Si una mutación altera los genes responsables de su receptor de feromonas –unas sustancias químicas específicas de cada sexo–, los insectos son incapaces de diferenciar machos de hembras y tienen relaciones homosexuales. Otros estudios aseguran que estos encuentros entre moscas del mismo sexo son un entrenamiento para garantizar el éxito de sus futuras relaciones heterosexuales.

La chinche del murciélago
La conducta homosexual de la chinche del murciélago africano ha desencadenado un cambio evolutivo. Tanto las hembras como los machos han desarrollado un escudo para protegerse frente a las inseminaciones traumáticas, que se producen por perforación en cualquier parte del cuerpo.




* El colofón: Por supuesto, hablar de la sexualidad humana tiene sus diferencias en virtud de que en el ser humano interviene mucho de la psique del individuo para vivir (o no) su sexualidad a plenitud, pero siempre he pensado que la ciencia nos ayuda a ampliar nuestro conocimiento de las cosas que nos rodean, a pesar de que incluso yo misma llego a lamentar que existan creyentes que utilicen La Biblia para tratar de explicar (muchas veces imponer) temas que la ciencia con facilidad y con pruebas nos explica de manera amplia y maravillosa, como la aparición de la vida en la Tierra y su evolución.

No cabe duda que la ciencia, en muchos sentidos, es la luz de la razón.