México, Distrito Federal, Lunes 08 de noviembre de 2010
* Presenta su libro “La mafia que se adueñó de México . . . y el 2012” ante la comunidad de la Universidad Autónoma Metropolitana
Aunque las cartas estén marcadas y los dados cargados, Andrés Manuel López Obrador manifestó que el movimiento que encabeza participará en la contienda presidencial del 2012 y dejó en claro que “el fin no es llegar a la Presidencia de la República, sino alcanzar la transformación de México” y sus instituciones.
Estableció ante la comunidad estudiantil y académica de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa que los integrantes del movimiento por la transformación del país tomaron la decisión de transitar por la vía pacífica y electoral para derrotar a la mafia del poder, que se ha apoderado de los bienes de la nación.
Durante la presentación de su más reciente libro “La mafia que se adueñó de México . . . y el 2012”, el presidente legítimo de México se refirió a la elección de los nuevos consejeros electorales. “No va significar mucho, porque es más de lo mismo, no existe un organismo que garantice elecciones libres y limpias”, sostuvo.
Acompañado por el rector Javier Velázquez Moctezuma y los comentaristas Enrique Dussel, Arturo Guillén y Gregorio Vidal expuso que la organización ciudadana será elemento clave en el recuento de votos y en la defensa del sufragio popular.
Para tal fin –abundó— se han formado comités municipales en todos los estados del país. Abajo, entre la gente hay organización, falta consolidarla, y hay unidad entre la militancia del PRD, PT y Convergencia y ciudadanos sin filiación partidista.
En la sesión de preguntas y respuestas, López Obrador expresó que después del fraude electoral del 2006 no aceptó la propuesta de convertirse en coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), en una especie de dirigente de la oposición, porque lo importante era no reconocer al gobierno usurpador de Felipe Calderón.
De la misma manera, subrayó que tenía conocimiento de que en ese entonces no todos los seguidores y simpatizantes iban a aguantar la tentación del poder y que algunos de ellos nos iban a traicionar y, por ende, se iban a quedar en el camino.
Uno de los asistentes le preguntó sobre la división en los partidos de la izquierda mexicana. Aseguró que el problema no estriba en la falta de unidad, sino en la falta de capacidad de organización.
La unidad se resolvería con el simple hecho de reunir a todos los dirigentes para tomarse la foto, para simular que hay unidad, pero los dirigentes de la izquierda se han conformado con ocupar puestos de dirección y han dejado de realizar trabajo de campo, explicó.
Luego abordó el tema de los pactos electorales y reiteró que en el estado de México se construirá una alianza abajo, con la gente.
Otro comentario estuvo relacionado con la ola de violencia e inseguridad que campea en casi todo el territorio nacional. Preguntó de inmediato: ¿Dónde está el programa emergente para crear fuentes de empleo, dónde está el programa especial de empleo y de educación para los jóvenes?
Hizo énfasis en que problema de la inseguridad y violencia lo pretenden resolver en el gobierno usurpador con medidas coercitivas y con declaraciones como la siguiente: “No nos va a temblar la mano”.
Sin embargo, ambos flagelos no se solucionarán con un mayor número de efectivos del Ejército ni con policías ni con cárceles ni con amenazas de mano dura, tampoco con leyes más severas, sino con empleo, bienestar y educación. “La paz es fruto de la justicia.
Y agregó: en el actual ambiente de corrupción, no se distingue donde termina el crimen organizado y en dónde empieza la autoridad.
En una primera intervención, detalló el contenido de su décima obra, en particular destacó cómo la mafia del poder se ha apoderado de los bienes de la nación, desde el mandato del ex presidente Carlos Salinas, y domina en los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.