sábado, 12 de marzo de 2011

El genial historiador Paco Ignacio Taibo II estuvo en el Buzón Ciudadano



En el círculo de estudios Buzón Ciudadano, hoy estuvo el genial historiador, investigador y escritor Paco Ignacio Taibo II, para platicar sobre el primer alcalde socialista de Acapulco, Juan Ranulfo Escudero.
Paco Ignacio Taibo II narró, con su singular simpatía, la vida de este personaje guerrerense que vivió y murió defendiendo sus convicciones. Juan Ranulfo Escudero nace en un Acapulco que es una mezcla sorprendente del cielo con el infierno. La belleza de la bahía y de la vegetación se mezclan con la miseria en la que viven sus habitantes. En esa época habían tres casas comerciales que tenían todo el control económico de Acapulco. En un lugar que no había puerto, ni carretera, las mercancías llegaban en barcos o chalanas, y eran acaparados por estas casas comerciales. Ellos contralaban el comercio por mayoreo y por menudeo, con aberrantes prácticas. Prestaban, acaparaban las cosechas previamente compradas a los campesinos y eran dueños de todo. Tenían el control político y eran voraces con el poder.
En este ambiente nace Juan Escudero, hijo de un comerciante decente, del español Francisco Escudero y Espronceda y de una guerrerense, Irene Reguera, quienes lo mandan a estudiar a California. Al regresar a Acapulco se da cuenta de la explotación con que viven los jornaleros y estibadores, conoce el periódico Regeneración de los Flores Magón y se entusiasma con sus ideas. Se compra una lancha para vivir y entra en conflicto con las casas comerciales. Comienza a organizar a los estibadores y forma la Liga de Trabajadores y Obreros del Puerto de Acapulco y más tarde lanza un programa de nueve puntos, en los que pide jornadas de ocho horas de trabajo, pago justo por ellas, educación, tierra para los campesinos, salud y la construcción de una carretera México-Acapulco, pues se da cuenta que el aislamiento del puerto permite que estas tres casas comerciales acaparen las riquezas. Lo exilian de Acapulco, pero luego de un tiempo, en que fue hasta inspector de parques, regresa y comienza la revolución. En un cine, con la pantalla detrás proyectando la película, se para a la mitad y comienza un mitin. Empieza a hacer mítines por todos lados e inventa un periódico, también llamado Regeneración, en el que él escribe todos los artículos y con su pequeña imprenta de pedal, también lo imprime. Este es un periódico singular que denuncia, pero que también cuenta los chismes de los personajes del momento. Crea una red de vendedores, que son niños de escuela, que saben leer (pues poca gente sabía leer) y leen el periódico y lo platican en diferentes lugares. Sigue haciendo agitación política, inicia una campaña contra el dueño de una fábrica, organiza una huelga y la gana, y en 1919 crea el Partido Obrero de Acapulco. En 1920 es nombrado candidato por este partido y gana las elecciones. Le quieren hacer fraude y los acapulqueños bajan de la sierra armados con cañas de azúcar. Defienden el triunfo y logran que se le reconozca. Juan Ranulfo Escudero toma posesión de la Presidencia Municipal en 1920. Siendo Presidente Municipal se baja el sueldo a la mitad, organiza cooperativas de producción y permite a tejedoras de sombrero de palma estar en el Ayuntamiento, con lo cuál se protejía, pues los comerciantes españoles habían puesto precio de 18,000 pesos a su cabeza. Lo encarcelan y desde su celda sigue imprimiendo Regeneración, la cual pasa a través de los barrotes a su red de niños distribuidores del periódico. Al salir de la cárcel se va a vivir al Ayuntamiento, donde es sitiado por 200 soldados. Incendian el Palacio Municipal y le meten dos balazos, los soldados siguen las huellas de sangre y lo encuentran para darle el tiro de gracia. Sin embargo, los escuderistas lo encuentran con vida y un médico gringo lo opera con una cuchara. Le salva la vida, aunque queda paralítico de medio cuerpo y sin habla, la cual recupera en parte con el tiempo. Juan R. Escudero vuelve a escribir artículos para el periódico de una singular manera. Sus niños traductores descifran lo que él balbucea y Juan Escudero vuelve a la guerra. Realiza sus mítines de manera increíble. Realiza sus mítines en silla de ruedas, llevado por Josefina Añorve, su amante, quien es también su guardaespaldas y quien deja ver, metida en la falda, su revólver. En una caja se sube el niño que le traduce, diciendo: Juan Escudero dice.... y Juan asiente con la cabeza, pues no puede hablar. En estas condiciones, vuelve a ser candidato y vuelve a ganar las elecciones. Le vuelven a poner precio a su cabeza, ahora de 50,000 pesos y es aprehendido por un coronel, junto con sus hermanos. El 20 de diciembre de 1923 fusilan a sus hermanos Felipe y Francisco, y Juan también recibe los impactos de las balas. Le dan el tiro de gracia pero logra mantenerse vivo hasta que lo encuentran los escuderistas, cuando todavía alcanza a balbucear a uno de sus niños traductores que construyan la carretera. Muere a los 33 años, quien fue ejemplo de dignidad y lucha. Un personaje singular cuyas anécdotas también acompañan nuestra presente lucha, narradas por gente admirable, como el querido Paco Ignacio Taibo II.