jueves, 16 de junio de 2011

En el círculo de estudios del Club de Periodistas se rindió homenaje al activista y periodista Matteo Dean


Hoy en el círculo de estudios del Club de Periodistas nos acompañaron Luna y Señas Teatro, quienes compartieron con nosotros Todos Somos Culpables, sobre el caso de los niños quemados en la guardería ABC, en Hermosillo. La emotiva representación demanda del auditorio incorporarse a la denuncia sobre esta atrocidad y denunciar a sus culpables, invita a levantar la voz y no permanecer en la pasividad o en el silencio cuando el crimen contra estos niños es un crimen contra todos los mexicanos.
También nos acompañó Alejandro Vega García, integrante de la Mesa Directiva del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS), amigo y compañero de trabajo de Matteo Dean.
En un pequeño homenaje rendido al periodista y activista italiano, Alejandro Vega comentó algunos aspectos de su combativa vida: defensor de las causas justas de países como México o Palestina, Matteo Dean también apoyó distintas luchas: la de los derechos laborales, en defensa del medio ambiente, contra la inseguridad y la violencia, las causas zapatistas o la de los migrantes. Ex colaborador de La Jornada, Proceso, Il Manifesto y Global Projet, Matteo Dean se definía como un periodista independiente y de espíritu libre. Italiano de nacimiento, pero ciudadano del mundo (como se le describe en el periódico Regeneración), su muerte es una gran pérdida, motivo para redoblar la lucha por un mundo mejor. Asimismo, Cristina Barros escribió: "Personas como él, que dedican su vida a buscar la utopía y a lograr que este mundo sea más justo, más vivible y más comunitario, se despiden honrando su memoria luchando por los mismos ideales".
Murió en extrañas circunstancias, atropellado por una trailer que no frenó, mientras pagaba en la caseta de la autopista México-Toluca. Su esposa denunció a Proceso que el camión que lo mató no tocó el claxon ni dio señales de que se había quedado sin frenos, ni tampoco hizo intento alguno por evitar chocar con él.