Luego de llevarse a cabo las elecciones para gobernador en el Estado de México y como una muestra más de que la llamada “transición democrática” no es más que un cuento para niños...
Ricardo Mendoza
Luego de llevarse a cabo las elecciones para gobernador en el Estado de México y como una muestra más de que la llamada “transición democrática” no es más que un cuento para niños, se puede hacer un recuento puntual de cómo todas las sucias practicas del pasado continúan vivas, descaradamente y como si el país involucionara se vive un regreso al futuro en el que como siempre los perdedores ni cuenta se dan de que lo son.
Esta jornada electoral tuvo como protagonistas principales al derroche de recursos y a la ya infaltable propaganda mediática, que se encargó de declarar un ganador mucho antes de conocerse siquiera al candidato priista, el duopolio se encargó de proclamar que el candidato del PRI, fuese quien fuese, sería el ganador indiscutible, algo que no sería posible sin la suma de varios factores, siendo el primero de ellos la movilización del aparato estatal a favor del candidato oficial, fieles a su antiguo estilo, los priistas pusieron los recursos del estado y los municipios que gobiernan como garante de una victoria aplastante, lo que garantiza además la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto y por supuesto el ansiado retorno a Los Pinos.
El ensayo de las futuras elecciones presidenciales salió a pedir de boca, un porcentaje amplio que desmantela cualquier posible crisis postelectoral y lo mejor la posibilidad de salir avante ante cualquier crisis, pues pese al desastre en el oriente del estado, inundado de aguas negras, las masas demostraron hacer más caso a la telenovela protagonizada por el gobernador.
En el Estado de México no se votó al candidato, pues Eruviel Avila es un impresentable, incapaz y corrupto gobernante, tal y como lo demostró en Ecatepec, en esta elección se votó a la figura mediática de Peña Nieto, una figura construida durante los últimos cinco años principalmente por el monopolio llamado Televisa.
La oposición por supuesto fue borrada, los panistas actuaron como la comparsa perfecta, mientras el PRD fue incapaz de echar a andar una opción viable, algo que ya se esperaba pues lo primero que tendrían que hacer en ese partido es deshacerse de una vez por todas, de la quinta columna que representa la corriente de Los Chuchos, además de romper con el grupo camachista.
El resultado augura tiempos todavía más oscuros para la república, pues deja claro que el retorno priista parece inevitable, los viejos y corruptos dinosaurios regresaran para saquear lo poco que queda, deja en claro también la existencia de un numeroso grupo de personas completamente manipulables, el voto duro priista se forma de masas ignorantes educadas por la televisión, capaces de apoyar a sus saqueadores pese a vivir en la miseria de unas casuchas que apenas los protegen del frio constante en el Valle de Toluca, a millones parece no importarles la asociación entre los grupos del narcotráfico michoacano que permean con total impunidad en el suroeste del estado y las autoridades locales y menos todavía terminar con sus casas inundadas de inmundicia.
La inundación de aguas negras en el oriente del estado es fiel reflejo de la democracia mexicana, en medio de semejante suciedad resulta imposible intentar rescatar algo, las apuestas para el 2012 parecen consolidarse, un PRI fuerte, sin fracturas, dispuesto a enfrenar el aparato del gobierno federal con el suyo propio, listo para ejercer la compra de votos, las despensas, el carrusel, una campaña incesante apoyada por los gobiernos estatales y municipales que poseen, un PAN que podría irse al tercer lugar si Felipillo se empeña en poner a uno de sus insulso y grises secretarios de estado en la candidatura, y un PRD, o mejor dicho un movimiento Lopezobradorista intentando construir una alternativa, pero siendo saboteado por sus pares e incluso siendo obligado a dejar la candidatura en el alumno más avanzado de Camacho Solís, Marcelo Ebrard.
Los ganadores de todas maneras están seguros, esos son los de siempre, y los perdedores también, esos somos nosotros y así será hasta que al fin echemos para siempre a este ato de ladrones y vividores.
Leer Nota AQUI
Esta jornada electoral tuvo como protagonistas principales al derroche de recursos y a la ya infaltable propaganda mediática, que se encargó de declarar un ganador mucho antes de conocerse siquiera al candidato priista, el duopolio se encargó de proclamar que el candidato del PRI, fuese quien fuese, sería el ganador indiscutible, algo que no sería posible sin la suma de varios factores, siendo el primero de ellos la movilización del aparato estatal a favor del candidato oficial, fieles a su antiguo estilo, los priistas pusieron los recursos del estado y los municipios que gobiernan como garante de una victoria aplastante, lo que garantiza además la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto y por supuesto el ansiado retorno a Los Pinos.
El ensayo de las futuras elecciones presidenciales salió a pedir de boca, un porcentaje amplio que desmantela cualquier posible crisis postelectoral y lo mejor la posibilidad de salir avante ante cualquier crisis, pues pese al desastre en el oriente del estado, inundado de aguas negras, las masas demostraron hacer más caso a la telenovela protagonizada por el gobernador.
En el Estado de México no se votó al candidato, pues Eruviel Avila es un impresentable, incapaz y corrupto gobernante, tal y como lo demostró en Ecatepec, en esta elección se votó a la figura mediática de Peña Nieto, una figura construida durante los últimos cinco años principalmente por el monopolio llamado Televisa.
La oposición por supuesto fue borrada, los panistas actuaron como la comparsa perfecta, mientras el PRD fue incapaz de echar a andar una opción viable, algo que ya se esperaba pues lo primero que tendrían que hacer en ese partido es deshacerse de una vez por todas, de la quinta columna que representa la corriente de Los Chuchos, además de romper con el grupo camachista.
El resultado augura tiempos todavía más oscuros para la república, pues deja claro que el retorno priista parece inevitable, los viejos y corruptos dinosaurios regresaran para saquear lo poco que queda, deja en claro también la existencia de un numeroso grupo de personas completamente manipulables, el voto duro priista se forma de masas ignorantes educadas por la televisión, capaces de apoyar a sus saqueadores pese a vivir en la miseria de unas casuchas que apenas los protegen del frio constante en el Valle de Toluca, a millones parece no importarles la asociación entre los grupos del narcotráfico michoacano que permean con total impunidad en el suroeste del estado y las autoridades locales y menos todavía terminar con sus casas inundadas de inmundicia.
La inundación de aguas negras en el oriente del estado es fiel reflejo de la democracia mexicana, en medio de semejante suciedad resulta imposible intentar rescatar algo, las apuestas para el 2012 parecen consolidarse, un PRI fuerte, sin fracturas, dispuesto a enfrenar el aparato del gobierno federal con el suyo propio, listo para ejercer la compra de votos, las despensas, el carrusel, una campaña incesante apoyada por los gobiernos estatales y municipales que poseen, un PAN que podría irse al tercer lugar si Felipillo se empeña en poner a uno de sus insulso y grises secretarios de estado en la candidatura, y un PRD, o mejor dicho un movimiento Lopezobradorista intentando construir una alternativa, pero siendo saboteado por sus pares e incluso siendo obligado a dejar la candidatura en el alumno más avanzado de Camacho Solís, Marcelo Ebrard.
Los ganadores de todas maneras están seguros, esos son los de siempre, y los perdedores también, esos somos nosotros y así será hasta que al fin echemos para siempre a este ato de ladrones y vividores.