La debacle ya se veía venir. Quiquito obviamente no daba el kilo. Sus pifias eran constante. Se hablaba de “capacitarlo” pero muchos creían que seria inútil…a menos que se pudiera hacer un transplante de cerebro.
La reaccion no se hizo esperar...
De inmediato se deslindo toda la cúpula…
La Gaviota tramito su divorcio y desmintió con asco que hubiera amado a Quiquito: "es mas, nunca consumamos el matrimonio" declaro. |
"NO! Nunca tuvimos ni siquiera amistad!" juro la maistra. |
A pesar de que Quiquito era egresado de la Universidad Panamericana (del Opus Dei) el Fuhrerdasromankatolischekirche lo excomulgo |
"No, no conozco a este fulano Quiquito...era acaso concursante en la Nacademia?" |
Por otra parte...las cosas NO iban bien en el PAN...
El querer hacer del candidato felipista un "rock star" no funcionaba |
Cuando se supo que Chepina se habia "blanqueado" al estilo de Michael Jackson la criollada racista en la cupula del PAN la repudio. #MeblanqueocomoChepina se convirtio en TT por una semana entera. |
Dicen que fue una puntada de borracho...a unos cuantos días de la victoria eminente del macuspano y ante la desesperación del PRIAN, el usurpador meditaba decretar la suspensión de las elecciones y la extinción misma de la república...(este documento fue presentado por la comisión investigadora enviada por la corte penal de la Haya)...
DECRETO DE LA EXTINCION DE LA REPUBLICA
Primero de Julio del 2012
Ciudad de Méjico (con jota)
Nosotros, Jelipe I, por gracia de Dios y de los gringos (no necesariamente en ese orden) emperador de Mejico, general de cinco estrellas de los ejercitos mexicanos, Juan Camaney del Yunque, Pirómano en Jefe de la Gran Orden de la Guarderías de Hermosillo, Pozolero de la Orden de San Fernando, Labia Minore de Elbita, Regente de Chapultepec 18, Catador en Jefe de la Cantina en el bunker del palacio, Viudo del Galleguito, Soberano de los Retenes de Tierra, Aire, y Mar, etc., etc., por hinchazón de nuestros testículitos, decretamos lo siguiente:
Articulo Primero.
Se decreta la extinción absoluta e irremediable del ente llamado “Estados Unidos Mejicanos” por ser esta entidad maldita e insultante a los ojos de Dios y de la gente decente, razón por la cual el buen Dios me impuso como mandatario de esta para destruirla.
El territorio ocupado anteriormente por la republica nombrada será gobernada por el llamado Tercer Imperio Mexicano (Third Reich), salvo por aquellas ínsulas, playas, manglares, bahias y terrenos que los patroncitos de Washington o de Madrid deseen enajenar y los cuales los pueden ellos seleccionar a su discreción y conveniencia pues reconocemos que ellos son “gente de razón” y tienen entonces todo derecho de decidir donde puede entrar o no la indiada.
Articulo Segundo.
Nosotros, Jelipe del Sagrado Corazón de Jesús de los Chancros Roñosos de María Magdalena del Himen Blindado de María Santísima de Guadalupe Calderón Hinojosa asumimos permanentemente el gobierno del Tercer Imperio Mexicano (Third Reich).
Se cancelan por innecesarias las elecciones presidenciales pues la republica para la que se iba a elegir mandatario ya no existe.
Artículo Tercero
Ordenamos que en un plazo no mayor a un mes a partir de la fecha de este decreto todo habitante de este Tercer Imperio Mexicano (Third Reich) debe de obtener de la parroquia católica de su localidad un CERTIFICADO DE BUENA CONDUCTA que atestigüe que el portador (1) apoya y aprueba con entusiasmo a nuestro gobierno, (2) expresa abiertamente su desprecio y repudio a la republica extinta, (3) es practicante de la religión católica, apostólica, y romana y va a misa y al rosario a diario, (4) proporciona con entusiasmo y generosidad el diezmo a la iglesia, (5) observa la televisión por lo menos ocho horas al día.
Artículo Cuarto
Se declara fuera de la ley, enajenado, naco, y prole a todo habitante de este imperio que se declare contra nuestro gobierno, nos falte al respeto, no tenga un certificado de buena conducta expedido por su párroco, que proteste contra este decreto o nuestras otras medidas, o no demuestre el suficiente entusiasmo en apoyarnos. Se ordena a las fuerzas del orden arrestar a todo individuo que actúe de esta manera.
Dado en el Palacio Imperial de Los Pinos
(garabato de firma y sello)
Jelipe I,
Por la Gracia de Dios y de los Gringos, Emperador de Méjico