Jalapa, Ver., 17 de abril. La campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador por este estado quedó marcada en su arranque por la palabra
fidelidad. El significado que le dio el candidato de la coalición Movimiento Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) contrastó totalmente con el cálido apoyo que más de 12 mil jalapeños le dieron en este municipio, al atiborrar la Plaza Lerdo donde ayer se presentó.
El término
fidelidadfue utilizado por el tabasqueño para advertir sobre la compra del voto durante la gestión del ex gobernador Fidel Herrera. “En vísperas de las elecciones, me consta, aquí (hubo) tráileres llenos de láminas, de varilla, de blocs, de cemento, para comprar los votos.
“‘Fidelidad’, veía en la televisión; abría los periódicos y se
hablaba del ‘señor gobernador’; en los caminos, todo pintado de rojo,
‘fidelidad’... hacían sondeos y le preguntaban a la gente: ‘¿cómo ves a
tu gobernador?’, y decían: ‘muy bien’. ‘Fidelidad’, y ahí tienen su
fidelidad”. Las risas no se hicieron esperar.
“Los tenían bien choreados, como se dice en Veracruz, bien
manipulados. ¿Y saben qué? Otro reclamo fraterno y amoroso: ¿cuál era la
otra opción? (Miguel Ángel) Yunes (buuuu, emitió la gente).
¡Imagínense!, ¿qué acaso, paisanos, ustedes que están tan avispados no
logran ver la diferencia entre el PRI y el PAN?
Ya chole, como dicen los jóvenes. Ni PRI ni PAN, vamos por un camino del todo nuevo a transformar a México.
Las palabras de López Obrador –en un discurso de casi 50 minutos–
fueron vitoreadas excepto cuando mencionó a Enrique Peña Nieto y
Josefina Vázquez Mota, para decir que como candidatos presidenciales del
PRI y del PAN, respectivamente, representan más de lo mismo. Es decir,
la crisis que provoca la falta de crecimiento económico. Esos nombres
provocaron rechiflas.
López Obrador defendió que sus 35 años
trabajando por la gente humilde y pobrele dan la experiencia para saber
cómo enderezar lo torcidoen México.
De principio a fin en esta gira, el abanderado de la izquierda
recibió grandes muestras de apoyo. Se volvió práctica común que en las
terminales aéreas –este martes en la capital del país y en Jalapa– la
gente se acerque a tomarse una fotografía con él; incluso el capitán
Sergio Aguilar, de Aeromar, en pleno vuelo salió de la cabina para
acercarse al candidato, quien estaba en las primeras filas de la
aeronave, en clase turista, como acostumbra viajar.
“Me debe unas quecas, licenciado”, le recordó el piloto en
referencia a una apuesta que le hizo años atrás, cuando le dijo que si
al momento de aterrizar, también en vuelo comercial,
rebotaba, el capitán pagaría las quesadillas.
Tras el saludo, el candidato revisó sonriente una encuesta
periodística que lo ubica en tercer lugar en la contienda presidencial.
Previamente comentó a reporteros que algunos
medios se dedican a administrar la desgracia de la gente.
En la Plaza Lerdo, las muestras de afecto hacia López Obrador se
multiplicaron. Desde el templete, el tabasqueño reiteró su llamado a
defender el voto, a fin de evitar que se repita lo de 2006, cuando
compitió por primera vez por la Presidencia de la República y acusó
fraude electoralen su contra.
Al final de la asamblea, mucha gente se volcó para saludarlo. Casi
media hora transcurrió para que pudiera subir a la camioneta que lo
trasladó al Puerto de Veracruz, donde pasó la noche. Durante varias
calles, un señor ondeando un banderín del PT persiguió el vehículo en
busca de una fotografía.
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