La idea de un País justo, espanta a muchos, y el miedo hace que se cometan errores, por qué la animadversión a un candidato que todos reconocen como honrado, honesto y congruente, por qué llamarle loco a alguien profundamente idealista, por qué compararlo con Hugo Chávez o Hitler y no con Lula, Gandhi, Luther King, Mandela, Allende, Bolívar, Lincoln, Juárez o cualquier gran libertador pues al fin todos ellos comparten el profundo espíritu de la justicia y el amor a sus patrias.
Andrés Manuel López Obrador no está exento de defectos, tiene historia como todos y cada uno de nosotros, pero nadie puede negar que su actuar ha sido apegado a la voluntad de cambiar a México, y a una integridad absoluta, nunca ha renegado de su pasado, de sus militancias y sus ideales, su lucha siempre ha sido abanderada por la participación pacifica y democrática.
Él ha convocado a la unidad como nadie más podría, sin Embargo, el hablar con la verdad, ser consecuente o tener acento tabasqueño, ha sido razón para la infamia, le han llenado de adjetivos como a nadie antes en la historia reciente, quizás Cárdenas sufrió el acoso de los medios, de los intelectuales oficiales y del poder, pero la vulgaridad con la que ahora se usan adjetivos oprobiosos debería indignar a todos, llamarle populista, fascista, demagogo, comunista, paranoide, megalómano, terco, mentiroso, loco, entre muchas otras cosas, debería irritarnos a todos. Muchos repiten las frases hechas en los medios, sin saber bien a bien el significado de las palabras. Cuando uno les pide que le expliquen por qué fascista, a qué te refieres con demagogo; no hay respuesta, sólo un doloroso silencio de quien prueba que ha sido sembrado de odio por los grandes aparatos ideológicos.
Recordemos que el Lic. Felipe Calderón Hinojosa, llamaba peligro para México a Andrés Manuel, decía que con Andrés Manuel habría violencia, desempleo, deuda, devaluación, crisis económica, inseguridad, tristemente fue Calderón quien llenó de sangre y miedo a México, quien ocasionó todos los males de los que acusaba a AMLO, miles de victimas inocentes por una guerra sustentada en fortalecer una presidencia ilegítimamente obtenida.
Quiero poner énfasis en el análisis del discurso de las palabras tan criticadas en Andrés Manuel; espurio según la Real Academia de la Lengua, implica ser falso, engañoso, por otro lado, pelele hace referencia a una persona simple o inútil, ahora bien, potentados personas poderosas y opulentas, finalmente usurpar, es apoderarse de una propiedad o de un derecho que legítimamente pertenece a otro. ¿Dónde esta la ofensa para las instituciones?, ¿dónde está? Yo sólo veo la verdad.
De la republica del amor, sólo puedo creer que deberíamos de buscar el significado tan devaluado de la palabra amor, pongo tres significados, Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser; Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear y finalmente, sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. ¿Alguien en sus cinco sentidos puede criticar esto?
Andrés Manuel López Obrador, no busca poder o dinero, si acaso creo sinceramente busca historia, trascender entre los grandes líderes, llevar a México a ocupar un sitio que creo le corresponde, si de algo se le puede acusar es de querer aparecer en un futuro junto a los libertadores del mundo, ser un ejemplo, una referencia, un símbolo de lo que una persona con el apoyo de un pueblo puede lograr.
Piensa tu voto, piensa en México, dejémonos de odios, egoísmo y antipatías, celebremos juntos la oportunidad de una jornada democrática, tomemos un día el poder en nuestras manos, cambiemos juntos a nuestra Patria votemos por Andrés Manuel López Obrador, votemos por la verdad, votemos por México y votemos por la paz.
Atentamente
Edgar Alonso Angulo Rosas
Psicólogo, escritor, amante de su tierra y ciudadano sin partido.
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