México está despertando. Sí, pero se trata de un
acto difícil, rodeado de una mediocre conformidad y de una modorra
de conciencia que abarca casi 71 años de dominio de un partido hegemónico,
y un periodo de alternancia –sólo de membrete– con 12 años de pobreza,
inseguridad y violencia.
Nuevamente acudimos a unas elecciones que traicionaron
nuestra historia: estamos oprimidos por un régimen corrupto, autoritario y
oligárquico que, procurando hacerse del poder a toda costa, una vez más ha
lucrado con la necesidad y el sufrimiento de la mayoría, tratando de imponer a
un títere en la presidencia de la república a partir de spots y de billetazos
de procedencia ilícita.
Ante tal situación, muchos ciudadanos dignos y con
memoria, dispuestos a seguir el ejemplo del movimiento estudiantil del 68, le
están haciendo frente al grupo de rateros que intenta consumar un nuevo fraude
–“haiga sido como haiga sido”–, secuestrando con ello las aspiraciones de un porvenir más justo, pleno y feliz para
todas las familias mexicanas.
Abrir los ojos a la realidad es urgente para poder
apreciar el momento clave ante el cual nos encontramos: por un lado,
desPEÑArnos hacia un abismo de mayor corrupción, violencia y disminución de
garantías individuales; y por el otro, pelear por una sociedad más equitativa,
justa y humanitaria, donde el “Estado de derecho” no sea más un Estado de
excepción que beneficia sólo a los amos y señores de los poderes fácticos, por
el contrario, que sea el auténtico poder ciudadano el que tome las decisiones
que nos afectan a todos.
En general, esta es la razón detrás de las marchas,
asambleas y manifestaciones –en la calle y en las redes sociales– en contra de
la imposición de la dictadura de la sinrazón, esa que quiere que sigamos
dormidos, soñando con la gran mentira de que con “el nuevo PRI” vamos a
recuperar nuestra grandeza. En tanto, la oligarquía en
el poder presiona a las autoridades judiciales –ahora que la elección está
impugnada y cuya resolución depende del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación– para que se duerman en sus laureles, validen el despojo y
pongan el cerrojo a esta pesadilla. México… ¡Despierta ya!
* Este y otros textos son parte de El Hocicón, semanario informativo que lleva la información de las redes a las calles: http://es.scribd.com/doc/101673651/El-Hocicon-Semanal-3
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