sábado, 18 de abril de 2009

BAJO RESERVA

Muy simpática la carta que difundió el senador Carlos Navarrete, en la que asegura haberse reunido con el presidente Barack Obama durante la cena que en su honor ofreció el presidente Felipe Calderón en el Museo de Antropología. Según el texto, fue un diálogo breve, pero sustancioso, en el que le expresó, de entrada, ser el líder de los senadores de izquierda en el Congreso. La afirmación generó enojo entre los legisladores de oposición, quienes se deslindaron del perredista. Navarrete le deseó todo tipo de parabienes al mandatario, y hasta le propuso “iniciar” una relación oficial con la izquierda mexicana, “porque es necesario que nos conozcamos y nos comprendamos”. Ahí lo dicho por el férreo senador del PRD a Obama.

Hablando del tema, Marcelo Ebrard mostró temple al participar de manera activa en el esquema de seguridad que se montó en torno al presidente de Estados Unidos, al destinar más de 3 mil efectivos de la policía capitalina. Esto a pesar de que no tuvo contacto con el visitante, a quien deseaba entregarle las llaves de la ciudad. Para Ebrard, la visita de Obama abre una “nueva etapa” en la relación con ese país. En desplegados de prensa, el jefe del Gobierno reconoció que fue benéfico el viaje del mandatario. Don Marcelo no pierde las esperanzas, y dijo que su gobierno buscará con Barack Obama la coordinación de esfuerzos productivos “en los meses por venir”. Muchos se preguntan qué pretende Ebrard al intentar con insistencia reunirse con los hombres clave de Washington. Ya buscó a Hillary Clinton, y luego a Obama, en el Distrito Federal, sin éxito
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