jueves, 14 de mayo de 2009

¡Merde!

Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia

Sí, aunque usted y yo no dominemos el francés, significa exactamente lo que se está imaginando. Y es que no hay mejor definición para el libraco que acaba de publicar Carlos Ahumada: Derecho de réplica. Una merde omnipresente de pe a pa. La rezuma desde el título hasta la página 339 en que al fin concluye el suplicio de su lectura.
Desde luego que literariamente nadie esperaría a un émulo de Carlos, Mario o el Gabo. Pero, con tantos amigos, uno supondría que alguien le podría haber echado una manita. No sólo con el lenguaje, sino con el más elemental sentido común. Para que, por ejemplo, el ahumado señor no insulte nuestras inteligencias con las primeras 119 páginas dizque de antecedentes; que en realidad son un rollo infumable que intenta, con sentimentalismo barato y argumentos tramposos, justificar todas las porquerías que realizó en el capítulo de los videoescándalos, que es lo que realmente podría interesarnos. Total, que el novio de México se asume sin el menor rubor como un mártir del trabajo fecundo y creador, como un genio empresarial, como un discípulo de Gandhi y como un iniciado de la libertad de expresión. Ahumada es de los que creen que todos somos idiotas.
Los mismos y gastados clichés en los capítulos dedicados a Cuba, la cárcel o su liberación. De todo lo cual sólo llama la atención el más absoluto de los cinismos: el gran trácala moviéndose como pez en el miasma pestilente de la política mercantilizada, los negocios sucios y los partidos corruptos. En ese submundo que él conoce tan bien y en el que dominan las deslealtades, las abyecciones, las trampas, el dinero rápido y la más ridícula de las cortesanías ¡más merde!
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