martes, 28 de julio de 2009

ARTICULO DE NUESTRA COMPAÑERA PGTAPATIA

de Pgtapatia

JUAREZ LIBRE PENSADOR

La cadena de la trascendencía es un efecto mariposa de siempre y para siempre, la lucha liberal contra la bancada imperialista, ha existido atravez de los tiempos y atravez de los seres, Benito Pablo juárez García mejor conocido como el Benemérito de las Américas, nos dejo un gran legado no solo en el hecho de Haberle dado a México las Leyes de Reforma, y con ellas el pase a la modernidad jurídica y política expresadas en la separación del Estado y de la Iglesia, la educación laica y respetuosa, la amortización de los bienes del clero, el matrimonio civil conservando el religioso y otras bondades que solo los espíritus timoratos y oscurantistas pueden llegar a temer y odiar con tanta pasión como los curas mexicanos y sus seguidores de hoy y siempre. Por los cual el clero le ha tenido pavor a decir la verdad, la masonería no es ni será una secta religiosa o de cualquier otra índole, es y siempre ha sido una escuela filosófica creadora de libres pensadores, pero como en todos los aspectos de la vida lo que define a los seres humanos, no es la pertenencia a cierto grupo o partido, es la convicción misma que te hace congruente con tus ideales, no por reglas impuestas, sino por tu excelencia nata, la virtud de honrar la vida

Benito Pablo Juárez García de uno de los hombres clave en la historia de México y seguramente un elemento central del pensamiento humanista y político latinoamericano. Juárez es el aladid de la República y el emancipador de las conciencias de un pueblo que vivió siglos de mansedumbre espiritual y religiosa y que derivó en franco fanatismo, alimentado por la ignorancia y la superstición promovidas por una clase sacerdotal ambiciosa de riquezas y poder.

La masonería en México y en el mundo reconoce la importancia de la formación espiritual del hombre, y ella misma se proclama animada por el deseo del más profundo re ligamiento; sus grados y diversos ritos y sistemas reconocen la existencia de Dios, y solicita que sus aspirantes se pronuncien creyentes y, posteriormente a sus miembros les solicita que jamás sean estúpidos ateos ni libertinos irreligiosos. Tanto el Rito Escocés como el de York se encuentran animados de la más pura aspiración de vincular al masón con lo divino, y jamás los masones mexicanos se han pronunciado en contra de ninguna religión ni iglesia alguna. Tampoco jamás los masones mexicanos han renunciado al hálito universal de la masonería regular, pero ante los embates de un clero sedicente como el que en México existió durante La Colonia y durante el siglo XIX los hombres de pensamiento progresista tuvieron que salir a la palestra en defensa de los ideales de evolución y transformación que la masonería proclama en su fuero más interno y que constituye el leit motiv implícito en sus enseñanzas y rituales.

Juárez fue uno de esos hombres, y la pléyade que le acompañó en su lucha los Hombres de la Reforma Liberal son el mejor ejemplo de cómo los principios, los postulados y las enseñanzas de la masonería deben sembrar la inquietud y los ánimos de las instituciones sociales y políticas de los pueblos evolucionados. La Reforma Liberal Mexicana es, sin duda alguna, la segunda fundación de nuestra República y al mismo tiempo la inauguración definitiva que colocó a México entre las naciones civilizadas del mundo. Así lo reconocieron en Europa, particularmente Víctor Hugo, y así lo ha registrado también el mundo americano y de todo el orbe.

A Juárez se le celebra por su condición humana, llena de virtudes y defectos; a Juárez se le reconoce por sus méritos enormes al ser el ejemplo más vivo de la perseverancia en la lucha contra todas las adversidades juntas, ya en su vida personal, ya en su caminar político. En su vida personal, Juárez emana de la clase social e históricamente más marginada de México, la indígena. Benito logra emanciparse, estudia, se hace abogado en medio de todos los reveses e infortunios, consigue ser alto magistrado de justicia, diputado, gobernador de su Estado natal Oaxaca y finalmente Presidente de la República. Enfrenta a las potencias del mundo, combate la intervención francesa de Napoleón III y a un efímero y oropelesco emperador austriaco Maximiliano de Habsburgo, se enfrenta a uno de los cleros católico romanos más avariciosos e intolerantes del mundo de su tiempo, enriquecido hasta la saciedad con más de las dos terceras partes de las tierras de México en su poder los llamados bienes de manos muertas y deseoso de ejercer preeminencia sobre el poder terrenal del Estado, no obstante el célebre mandato cristiano que dispone poner a Dios y al César, cada uno en su lugar y ámbito. Juárez se hace grande por la adversidad, por sus ideales y por su triunfo moral sobre los enemigos de la libertad y del progreso.

La presencia de Juárez en la Masonería es indiscutible, aunque ciertamente los datos históricos son variados. A México, la masonería le llega durante la primera década del XIX y ya en 1824, Guadalupe Victoria, primer presidente del México independiente, actúa como Gran Maestro de la Gran Logia Nacional Mexicana, traída a nuestras tierras por Mr. Joel R. Poinsett, Ministro Plenipotenciario del Gobierno norteamericano en México. Sin embargo, ya en 1806 se dice que Miguel Hidalgo, el iniciador de la gesta independentista de la Nueva España, habría sido iniciado masón en una Logia sin nombre ni exacta ubicación de la ciudad de México, pero no hay datos seguros al respecto. Esta Logia probablemente haya sido de inspiración caditana, es decir, de las que fundó en Cádiz don Francisco de Miranda para promover la Independencia de las Colonias americanas: las Logias de los Caballeros Racionales y de Lautaro.

Recién consumada la Independencia de México, en 1821, la sociedad mexicana enfrenta el debate político fundamental de su historia: decidir si el nuevo país se constituye en una república centralista o en una federalista. La masonería desempeña, desde entonces, un papel crucial en la historia mexicana; el llamado rito escocés, integrado por españoles peninsulares y algunos criollos deseosos de mantener los privilegios virreinales, se pronuncia por un esquema de organización política centralista. Los mestizos la clase social emergente deciden luchar por un modelo de república federal y se agrupan en el Rito York. Ambos sistemas de masonería se convierten en auténticos partidos políticos y según cuenta don José María Mateos en su Historia de la Masonería en México: 1806-1884, pronto las Logias dejaron de ser tales y se convirtieron en camarillas de poder y de influencia. Los rituales y el simbolismo masónico desaparecieron para constituirse en auténticos partidos políticos en los que ser escocés significaba ser centralista, y ser yorkino, federalista. Había masones escoceses y yorkinos en calidad de diputados al Congreso y el debate era tan fuerte que la fraternidad dejó de ser tal ante la lucha por el poder y el triunfo de uno de los dos proyectos. Ganó, finalmente, el proyecto de nación federal, es decir, el partido yorkino.

Nueve masones de ritual cinco de York y cuatro del Escocés, masones de Logia, de ceremonia y de simbolismo, hastiados de ver a las Logias convertidas en partidos políticos, deciden separarse de sus talleres y fundan un sistema masónico que prevaleció durante todo el siglo XIX y al que dieron por nombre el de «Rito Nacional Mexicano». La fundación de este sistema masónico ocurrió en 1825. Esta masonería irregular a los ojos de las Grandes Logias americanas y europeas, de adhesión británica tuvo entre sus miembros a los más preclaros varones mexicanos del siglo XIX, y fue una masonería que nació para trabajar el ritual y el simbolismo iniciático ancestral. Pero el estado de las cosas en la política mexicana, la sediciosa postura del clero católico mexicano en sus afanes de controlar la educación y de mantener el control de la política del país, así como sus enormes riquezas inmobiliarias y agrarias, hizo que la bancada liberal se agrupara de nueva cuenta, pero ya no en las fracciones yorkinas y escocesas, sino ahora bajo las banderas de dos fuerzas oponentes: liberales contra conservadores o dicho de otro modo: masones contra clericales. La lucha fue enconada y derivó en una guerra civil, la Guerra de Reforma, con caros desgastes sociales, económicos y políticos; enconos que hoy en día florecen en la realidad mexicana, no obstante el triunfo moral de la verdad contra el oscurantismo.

Para muchos historiadores sin datos fidedignos Benito Pablo Juárez García se habría iniciado en una de estas Logias del Rito Nacional Mexicano; no se sabe si en la ciudad de México o en la de Oaxaca. Se propone acuciosamente la ciudad de México y en la fecha del 15 de enero de 1847, precisamente en una Logia presuntamente llamada Independencia No. 2. Los que opinan que la iniciación ocurrió en Oaxaca, por 1833 o 1834, postulan que fue en una Logia del Rito York denominada Espejo de las Virtudes, de las que fundó la Gran Logia Nacional Mexicana de 1824. Pero don Rafael Zayas Enríquez, sostiene que el evento ocurrió en la ciudad de México, y al efecto afirma:

Juárez fue un francmasón que perteneció al Rito Nacional Mexicano, y en el que llegó a obtener el grado Noveno, equivalente al grado 33° del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que fue tan ferviente en la práctica masónica que su nombre se conserva con veneración en todos los ritos, y muchas logias y cuerpos filosóficos lo han adoptado como un símbolo sagrado.

Algunos de los personajes que asistieron a la tenida de iniciación de dicha Logia del Rito Nacional fueron los hermanos Manuel Crescencio Rejón, el Pericles de nuestros oradores, don Valentín Gómez Farías, patriarca de la democracia y entonces Presidente de la República, don Pedro Zubieta, Ministro de Hacienda, Pedro Lemus, Comandante General del Distrito Federal y del Estado de México; los hermanos Diputados federales José María del Río, Fernando Ortega, Tiburcio Cañas y Francisco Banuet. También presenciaron el acto iniciático según se afirma don Agustín Buenrostro, Joaquín Navarro, don Ambrosio Moreno, Ministro del Tribunal Superior de Justicia, Miguel Lerdo de Tejada y otras muchas personas distinguidísimas en las armas y en las letras. Dicen los narradores que Benito Juárez, desde aquella noche de su iniciación, adoptó el nombre simbólico de «Guillermo Tell», queriendo significar que habría de ser enérgico y constante, tal como lo fue el héroe suizo en defensa de las libertades patrias de su terruño.

Hay que asentar que las fuentes aseguran que, para celebrar la iniciación masónica de Juárez, fue habilitado como Templo masónico el salón de sesiones del H. Senado de la República, y que la ceremonia de iniciación estuvo presidida por el ilustre hermano don José María del Río, entonces Gran Maestro del Rito Nacional Mexicano. Se dice que Juárez, además de haber elegido el nombre simbólico del personaje suizo, quiso siempre, en todo momento y lugar, desempeñar el puesto de Guarda Templo y ningún otro.

El natalicio de Benito Juárez, ocurrido en Guelatao, Oaxaca, México, un 21 de marzo de 1806, coincide con una época de grandes agitaciones, en las que el eje es la lucha por la libertad y el progreso. El siglo XVIII había legado a la humanidad testimonios de grandeza intelectual en las obras de los enciclopedistas franceses, inspiradores del liberalismo que habría de pugnar en México el Dr. José María Luís Mora. Hijos de esta tradición libertaria son Washington, Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Sucre, San Martín, Manzini, en Italia, Simón Bolívar, Bernardo O’Higgins, Juárez y por supuesto Lincoln.

¿Por qué Juárez se hizo masón? Seguramente porque percibió en la vieja Orden Fraternal las simientes más puras de la fraternidad, de la caridad evangélica y el mutuo socorro. Juárez se hizo masón, seguramente porque encontró que ella no atacaba a ninguna religión siendo él, y más tarde su esposa Margarita, profundamente católicos, porque observó en los masones el respeto más arraigado a la libertad de cultos y porque comprendió que ser masón era equivalente a ser librepensador y a la vez profundamente espiritual. Juárez debió comprender en su fuero interno que si la masonería conservaba ciertas ritualidades era porque quería perpetuar así la sabiduría del pasado remoto de la humanidad y para garantizar en el mundo la permanencia de leyes, principios y enseñanzas que conservan el carácter libérrimo de la condición humana.

El desempeño público de Juárez está plagado de principios masónicos y evidencia, a todas luces, su más calada vocación religiosa y espiritual. En efecto, Juárez nunca fue enemigo de la Iglesia Católica, pues él mismo fue un profundo católico; ni él, ni la masonería, ni los masones mexicanos han expresado jamás oposición ni al cristianismo ni a la catolicidad del pueblo de México. Lo único que Juárez y los masones de hoy piensan y oponen es el carácter retrógrado del clero mexicano, el sistemático y ancestral odio que los curas expresan hacia la masonería y los masones de México. ¿La razón?

El elevado espíritu masónico de Benito Juárez tuvo su más fervorosa expresión en el patriotismo y tolerancia con que condujo su vida personal, familiar y política. El cumplimiento exacto de sus deberes masónicos y fraternales creando escuelas, protegiendo la libertad de palabra y escrita y velando por el cumplimiento preciso de las leyes constitucionales. ¿Por qué tanto odio de la iglesia mexicana hacia Juárez y los masones?

Cita obligada

Existe una leyenda con referencia al fusilamiento de Maximiliano Habsburgo de que no fue fusilado y pudo salir del país.
Todo esto porque él, al igual que Juárez, eran masones y según esto uno de los principios de la masonería es que un masón no debe matar a otro hermano masón.
La información que presenta Xólotl es muy completa sobre el hecho.
Por lo poco que sabe del caso, se supone que hay muchas coincidencias entre Justo Armas y Maximiliano.
Las fotografías que hay de Justo Armas muestran un fuerte parecido con el (si hubiese entrado en años) y de hecho hay estudios antropométricos entre fotografías de los 2 que coinciden totalmente.
Otra cosa curiosa es que el Edicto donde Juárez anuncia al pueblo de México la muerte de Maximiliano dice así: "El archiduque Fernando Maximiliano ha sido hecho justo por las armas..."
Justo Armas andaba vestido elegantemente pero siempre descalzo. Se le preguntaba por qué y él respondía q porque era una promesa que él le había hecho a la virgen después de naufragar y ser el único sobreviviente.
Después del fusilamiento de Maximiliano y la consecuente desaparición del Segundo Imperio Mexicano, frecuentemente se representaba este hecho en periódicos y revistas de la época con una caricatura que representaba un barco naufragando y a Maximiliano como el único superviviente
Se sabe también q Justo Armas tenía en su poder la vajilla y varios objetos personales de Maximiliano. Hay datos también que indican que al menos en 2 ocasiones lo visitaron en El Salvador emisarios del Imperio Austrohúngaro.
Todo esto que te cuento está basado en los estudios que ha hecho un arquitecto salvadoreño que se dedico a estudiar el hecho. Aun no ha hecho pública toda su investigación.
El libro más cercano que se ha publicado sobre sus estudios se llama "La Tierra Ligera" es de un español de apellido Miralles y lo edita "Ediciones de la Discreta”.
Se ha gestionado también una prueba de ADN entre los restos de Maximiliano y los de un noble austriaco (familiar actual de Maximiliano) para ver si su ADN coincide con los del cuerpo de Maximiliano pero al final el mencionado señor no acepto.
Como dato anecdótico el sarcófago que guarda los supuestos restos de Maximiliano está cubierto por los colores de México y dice: Maximiliano I Emperador de México.

GUILLERMO TELL INSPIRACION DE JUAREZ, JUAREZ INSPIRACION DE ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, LOPEZ OBRADOR INSPIRACION DE MUCHOS


PUBLICADO POR ATENEA CERVANTES (PGTAPATIA)


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