lunes, 13 de julio de 2009

La guerra, el enemigo, los riesgos

Carlos Fazio

Tras los comicios intermedios del 5 de julio comienza en México otra fase de signo incierto. La debacle electoral de Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional puede entrañar el peligro de un desborde autoritario. Con 12.3 por ciento de los sufragios sobre un padrón de 77.4 millones de electores, la debilidad del administrador surgido de un fraude de Estado se acrecienta. En un país sumido en una violencia reguladora en ascenso, en recesión económica, con una crisis de legitimidad de los partidos políticos parlamentarios y en el contexto de un Estado de tipo delincuencial y mafioso, podría acentuarse el empaque autoritario de Calderón.
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