Más de mil obreros de la empresa Ssangyong Motor en Corea del Sur tomaron la fábrica desde el pasado mes de mayo en defensa de su empleo, resistiéndose al despido de 2,650 trabajadores de esta planta automotriz ubicada en la provincia de Pyeongtaek. El cinco de agosto, cuatro mil policías asaltaron el centro de trabajo para desalojarlos; el enfrentamiento dejó cincuenta heridos, todo esto a la vista de cientos de personas que se solidarizaban con los trabajadores en huelga.Esta es una de las formas como los asalariados en el mundo defienden un derecho universal: el acceso al trabajo.
En nuestro país, crece el desempleo a pasos agigantados (setecientos mil empleos perdidos en el último año). Sin embargo, la situación que prevalece en el campo sindical de control patronal o a través de los llamados “sindicatos charros,” y en general, la desorganización de los trabajadores, no han permitido que se manifieste de manera organizada la gran inconformidad existente entre los millones que viven de su trabajo y que se han visto despojados de él.
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