El funcionamiento de las sociedades democráticas supone diversos equilibrios que acotan el ejercicio de la autoridad y protegen los derechos de la población. Así, además de la separación de poderes y su descentralización territorial, es preciso activar la participación ciudadana y la democracia social.
Los adictos a doctrinas liberales no acaban de entender que las organizaciones de la sociedad son parte del cuerpo político no estatal. La sociedad civil en sentido propio. Su funcionamiento autónomo es garante de derechos colectivos y toda Constitución contemporánea los reconoce. Son la versión opuesta de los poderes fácticos.
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Los adictos a doctrinas liberales no acaban de entender que las organizaciones de la sociedad son parte del cuerpo político no estatal. La sociedad civil en sentido propio. Su funcionamiento autónomo es garante de derechos colectivos y toda Constitución contemporánea los reconoce. Son la versión opuesta de los poderes fácticos.