sábado, 24 de octubre de 2009

Lo menos, irresponsables.

Aunque tratándose de los políticos mexicanos la irresponsabilidad también se puede interpretar como perversidad.

Habiéndose visto descubierto el Gobierno de Calderón en sus aviesas intenciones de iniciar una vacunación masiva contra la dizque “pandemia” de influenza, de la que por si fuera poco, el michoacano dice que salvó al mundo.

Ahora, cuando se supone que su propagación ha sido más fuerte que en un principio (según ellos) el que nos salgan con que las medidas que antes se tomaron y que tanto daño hicieron al turismo y a la industria porcícola, ya no son necesarias, es absolutamente in entendible.
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