
Si no existe la empresa y el servicio se sigue prestando aún con interrupciones y largos apagones que han dañado gravemente al usuario en lo económico, nos tendremos que cuestionar si no hay a quien reclamarle el pésimo servicio ni la reparación de daños que justificaría hasta una suspensión compensatoria de pago, la respuesta lógica y legal estaría en esperar para pagarle a la nueva empresa que se constituya para prestar el servicio.