En un artículo reciente, Luis Medina Peña se muestra sorprendido de que para los festejos del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución, el presidente Felipe Calderón “haya optado por refugiarse en la estratagema mediática”, presentando como producto importante una teleserie, y se lamenta de “la celebración reducida a telenovela”.
Según el autor, la razón de este proceder es el desgano del mandatario por los festejos, mismo que atribuye a que a él, como a millones de mexicanos que no son liberales, la historia oficial no les dice nada, no se reconocen en ella: “Debe ser sumamente difícil para la élite gobernante actual afrontar las celebraciones. Debe resultarles incómodo gobernar a una nación con cuya inmensa mayoría se encuentran en estado de constante disonancia cognoscitiva y tener que respetar los ritos y símbolos heredados”. |