martes, 2 de febrero de 2010

¿Desalojo?

Pedro Echeverría V.
México: El PRI “centrista”, como pez en el agua, ha manejado en 80 años a la derecha y a la socialdemocracia
1. Las políticas de alianzas en los partidos son harto difíciles; dependen siempre de los objetivos que se busquen. Si busco aliarme para robar deberé saber quiénes son los políticos y empresarios efectivos para ello; si busco dar un golpe de Estado, quizá debería aliarme con los militares indicados; si quiero levantar un movimiento de masas debo conocer a la gente más activa y honesta; si quiero organizar una guerrilla para hacer una revolución al estilo Cuba, hay cientos de campesinos dispuestos a integrarse. Las alianza de la socialdemocracia de izquierda del PRD con la ultraderecha panista ha sido criticada por el PRI como antinatural; pero cuando las alianzas son con el PRI (que suele ubicarse históricamente en el centro) se ven siempre naturales porque el PRI es empresarial y, al mismo tiempo, ha sabido manipular calificándose como “nacionalista, revolucionario e institucional”.

2. El PRI nació casi directamente de la revolución burguesa mexicana de 1910-17. Fue creado en la misma línea de los gobiernos de la revolución y por los personajes políticos (líderes, generales, caudillos, caciques, terratenientes, rancheros) que participaron en ella. El PRI sirvió para aglutinarlos bajo la dirección del caudillo o el grupo más fuerte inscrito en su seno. El PRI –con sus dos anteriores denominaciones (PNR y PRM)- representó durante 60 años el 95 por ciento de los altos y bajos funcionarios públicos electos y de nombramiento. Sólo hasta finales de los ochenta comenzó a cambiar la proporción para bajar a un 60 por ciento del poder. El PRI nunca tuvo una competencia electoral real porque los partidos de derecha (PAN, sinarquistas) y de la llamada izquierda (comunistas, socialistas) fueron casi inexistentes, sirviendo como grupos subsidiados de presión.
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