domingo, 12 de septiembre de 2010
La Gran Cagada Nacional
Memorias de Mis Tiempos – 004
La Gran Cagada Nacional
Por Pomponio
Adelanto hoy, 12 de septiembre del 2010, lo que va a suceder la noche del 15 allá en palacio nacional, el que será convertido en la gran bacinica de México y se efectuara otra cagada vergonzosa más en la triste historia de esta sufrida y noble patria mexicana.
Esa noche, el 15, un usurpador y sus invitados van a comer en una vajillota cuyo precio es obsceno. Y comerán viandas exquisitas y beberán vinos extranjeros y bailaran, que se yo, lo último que compuso Elton John o Lady Gaga. Y la puta televisión transmitirá todo esto como para que los que la vean piensen “ah que bonito, ya somos del primer mundo porque el usurpador y sus invitados se emborrachan con mis impuestos y bailan con la música de Lady Gaga o Elton John”.
Y si, habrán muchos, porque México es rico en recursos naturales y entre estos se encuentran los más grandes yacimientos de pendejos en el planeta, que aplaudirán y que brindaran, no con chupe del fino sino tal vez con tepache porque no hay para mas, pero si, se sentiran como si fueran “güeritos” y no, no están celebrando el bicentenario sino el “bicentennial, OK?”. Y se lamentaran que no venga Lady Gaga a cantarles el Star Spangled Banner pero tienen que cantar el himno naco ese de Bocanegra. Ansina pensaran los imbéciles enajenados que lo verán todo por la caja idiota.
Y mientras esa noche transcurre, tan larga en vergüenzas y negrura y peste, en el sureste, en Veracruz, en Tabasco, los pobladores trataran desesperadamente no ya de salvar sus pertenencias sino de salvar el pellejo, carajos. Y se oirá: deja a las gallinas mujer, ni modo, aunque eran ponedoras, y a los guajolotes, y los recuerdos de la abuela, y los libros del tío, y los recuerditos que compramos en Catemaco cuando fuimos a ver a la virgen, y el álbum de fotos, y el diploma de secundaria del hijo mayor, y la cuna del mas chico, ni modo, todo eso se lo va a llevar la tristeza, chingaos. Y si, esos damnificados lo dirán con amargura y lágrimas en los ojos: ¡Viva México!
Me han informado que los festejos del bicentenario sumaran 300,000 millones de pesos. Hay 600,000 damnificados en el sureste. Les tocaría medio millón por cada uno y con ello podrían rehacer sus vidas. Pero no, el maldito usurpador va a chupar fino esa noche y vera fuegos artificiales que unos putos australianos le van a venir a hacer (los coheteros mexicanos son muy nacos) y le aplaudirán sus invitados y bailaran algo de Elton John y Lady Gaga y se van a sentir “güeritos” en la noche más mexicana, hazme el cabrón favor, porque estas mierdas no tienen ni patria ni madre ni vergüenza. Y por supuesto, nadie va a colgar de los huevos, como se merece, el de Conagua. Y nadie va a enchilarse porque, una vez más, las presas no turbinaron para que las termoeléctricas gachupinas pudieran vender su electricidad e hincharse más con la plata de los indígenas de la Nueva España, hostia, que para eso tienen ellos a sus comendadores que mantienen a raya a la indiada. Y si, lo digo mientras me embarga la tristeza por el sureste, mi patria chica, ¡viva México, puta madre!
Y miren a los invitados a la gran cagada nacional. Por que sepan, solo permitirán a gente “nais” entrar al zócalo, ¿veeesss? Se trata, si, de lo más granado de la mierda nacional. Vean a esos mojones, tan gordos, tan cebaditos. Vean a los que mas apestan, los vestidos de purpura, los príncipes de la iglesia, vean el pectoral que portan, vean el crucifijo que les cuelga del pescuezo como si fueran bueyes ganadores en una exposición agropecuaria, miren como se refocilan y se alegran sabiendo que el usurpador los protege, que ya volvió el fuero eclesiástico, que la Ley Juárez de 1855 es letra muerta, y también el resto de las leyes de reforma, y que ellos son, si, los elegidos de Dios (o del diablo) pero no importa, hay que darle vuelo a la hilacha, dominus vobiscum y te pelliscum.
Y el resto de la mierda, los mojones de la variedad empresarial, también estarán presentes en esa gran bacinica en que se convertirá el palacio nacional. Ahí estarán todos los santos señores del CCE, los que pueden meterle el pito al pueblo violando la ley electoral pero tienen a la corte que les da impunidad pues “es la puntita nada mas”, los que tienen a sus pendejos que pagan los impuestos que ellos no pagan, a los que rescata la “naquiza” (como le llaman) con ROBAPROAS cada que hacen negocios pendejos, los que idiotizan a la masa amorfa allá afuera, la “naquiza”, para que no entren y los despellejen como habrían hecho el centauro del norte o los sombrerudos de Zapata o los chinacos del general Riva Palacio. Ahí estará, repito, esta mierda empresarial y se emborrachara con chupe del fino y vitoreara a su pelele, el que los protege, mal que bien, de la “naquiza”. Y ¡ay!, con lágrimas lo afirmo mientras veo a esta mierda retozar en esa gran bacinica: ¡viva México!
Y en esa gran bacinica que será el palacio nacional no van a faltar, es más, van a abundar, los mojones vestidos con verde olivo. ¡Ah, que magnífica ocasión para sacar a relucir los uniformes de lujo! Lástima, mis mojones pretorianos, que ya no se estilan las charreteras como en el siglo XIX o esos pickelhaube que usaba la guardia presidencial en tiempo de don Porfirio ¿verdad? Ni modo, aunque la mona.... Pero, chingaos, aun vestido a la gringa, bien plebeyo que es ese estilo (solo Patton podía vestirse ansina con elegancia), de todas maneras estos mojones se van a sentir como si fueran otro Miramon, otro Zuloaga, otro Osollo, ¿verdad? ¡Y qué bueno que han cercado el zócalo! Si no, se llenaría de cabrones comunistoides, amloistas, esa misma chusma, chinaca, la que fusilo a los verdaderos héroes de estos mojones verde olivo en el cerro de las campanas. ¡Protégenos San Camilo Mártir de acabar ahí!
Pero no, estos mojones harán lo posible por parecer elegantes, aun si se visten a la gringa. Tendrán, si, todos los adornos exteriores del caso, los botones de plata reluciendo, el nombrecito en un cuadrito de plástico (como si estuvieran en el pentágono, ¿verdad?), sus botas relucientes, etc., etc. ¡Que lastima que en esos pantalones, entre esas piernas, falte lo esencial: huevos! Deshónrense, mis mojones verde olivo ¿qué es un pelo a un gato?. Cuiden celosamente a su infeliz usurpador. No permitan que le miente la madre el pueblo. Tal vez ansina les permitirán algún día abrirse de nalgas con los blackwater que vendrán a reemplazarlos y tal vez estos les dejen ir por los chescos y los cigarros. Válgame Dios, sardos apátridas de mierda, podrán gritar ¡viva México! mientras le dan “shain” a las botas de los gringos.
Y si la cagada del 15 no es suficiente al día siguiente tendremos un magno desfile de mojones uniformados. Y, sepan, esta vez no solo va a desfilar la mierda pretoriana que es muy valiente, si, para balacear familias sino que ¡hasta van a traer mojones de afuera para que marchen! En efecto, sepan, chiquillos y chiquillas, que el mismo buitre viejo, el viejo cabron e hijoeputa que fue Don Porfirio, NO fue tan comemierda de permitir que marcharan gringos, gachupines, y franceses. Solo en estos últimos hizo una excepción (a petición de don Yvo Limantour) pero exigió que el contingente no fueran soldados. De ahí que se presentaron marinos, del crucero Montcalm. Carajos, ¿se imaginan a los zuavos marchando otra vez en aquel 1910? Hubiera ardido Troya porque entonces los mexicanos no estaban capados como se demostró el noviembre siguiente.
Pero ese ejemplo histórico no lo conoce la mierda mocha ignorante que hoy apesta en el gobierno. Veremos, si, a los contingentes de mojones gachupines, gringos, y gabachos marchar por las calles de la ciudad (mancillar con su planta, etc., etc.). Y esa misma ciudad, les recuerdo, en 1847, al ver al invasor desfilar, tuvo los huevos y ovarios suficientes para aventarles piedras y palos (el ejercito del quince uñas ya había abandonado la plaza) e incluso venadearon (según lo cuenta Gastón García Cantú) al soldado yanqui que intento levantar la bandera de las barras y estrellas sobre palacio nacional.
Pero hoy, ¿hoy que carajos va a pasar? Día y noche y a toda hora los mojones de las televisoras mostraran la imagen de estas mierdas uniformadas arrastrar su mosquero por la ciudad (mancillar con su planta, etc., etc.) y mostraran a los wannabes, a los aspirantes a mojon, aplaudiéndoles entusiastas. Y si, estos aspirantes a mojón les dirán a sus mojoncitos: “¿Ves que chulos son los güeritos? Algún día, mijito, quiero que seas carne de cañón del imperio y que vistas esos uniformes y que te coman los gusanos en algún lugar de medio oriente donde Halliburton quiere invertir.” Tal vez, mojoncitos, alguno de ustedes gritara “¡viva México!” mientras un árabe los despelleja. Aunque lo dudo. ¡Allah Akbar y viva México jijos de la Chucky!
Y en parte, saben, que bueno que la mierda nacional se junte en esa gran bacinica del palacio donde se hará esta gran cagada. ¡Qué bueno que festejen mientras el sureste se ahoga! ¡Qué bueno que traguen fino y que se presente en la gran bacinica todos los mojones que empudrecen a México! ¡Qué bueno que el pueblo no asista a ver esa gran cagada! ¡Qué bueno que marchen los mojones extranjeros y qué bueno que los mojones de las televisoras transmitan esa imagen a toda hora y muestren a los mojones wannabe aplaudiéndoles! Y es que eso nos da la gran oportunidad de mostrarle la clase de mierda que son estos fulanos al pueblo de México. Expongámoslos. Que el pueblo huela su peste. Que lo vea. Que oigan el mosquero rezumbar. Que se enfermen de ver tanta mierda junta. Que el pueblo se avergüence y se enchile.
Y si, si todavía queda algo de sangre en las venas de los mexicanos, si algunos de ellos todavía tienen lo esencial, huevos u ovarios y amor a la patria, entonces México, Anahuac, renacerá como lo profetizaron los ancianos de la hermandad blanca aquel lejano agosto de 1521, mientras Tenochtitlan agonizaba. Porque, sépanlo, en estos días renace el sexto sol y la profecía se cumplirá. Pero para que tal ocurra tienen, dijeron los ancianos, que oír la voz de sus viejos la que les hablara en el corazón.
Y bien, si el cura Hidalgo arengo con lo de “hay que matar gachupines” y “muera el mal gobierno” su servidor, debido a lo pendejo y falto de ignorancia, solo los arenga a una frase más plebeya y acorde a nuestros tiempos: “jálenle la cadena a estos mojones”. Es con esa esperanza que me atrevo a concluir con un ¡viva México cabrones!
FIN
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Pomponio