En ese tenor, añade: "Yo acuso a Carlos Salinas, a Enrique Peña Nieto, a Elba Esther Gordillo y a Televisa, de aprovecharse de la pobreza del pueblo y de la ignorancia de amplios sectores de la sociedad para terminar de implantar una dictadura encubierta".
Este día, López Obrador habla desde su casa en la colonia Roma para manifestar su postura frente a los resultados desfavorables que la izquierda obtuvo el pasado 3 de julio en el Estado de México -donde se enfoca más-, Nayarit y Coahuila.
"Los recientes procesos electorales confirman lo que hemos venido diciendo: en nuestro país es prácticamente inexistente la democracia. Lo poco que se había avanzado en los últimos tiempos, se derrumbó con el fraude electoral del 2006 y lo más lamentable es que, en vez de que se retomara el camino hacia elecciones limpias y libres, se han mantenido y profundizado las mismas prácticas antidemocráticas", dice el ex jefe de gobierno capitalino.
En ese sentido, lamenta el derroche de recursos del Partido Revolucionario Institucional -de quien asegura que rebasó el tope de campaña- y afirma que una elección con toda esa propaganda -en la que incluye a los "voceros de la mafia"- la ganaría "hasta una vaca".
Vestido de traje negro, camisa blanca y corbata negra, Obrador insiste en el discurso de que hay una "cúpula de poder", en quien tiene la vista fija, encabezados por el ex presidente Salinas y la líder del SNTE, Elba Esther, quienes quieren imponer al próximo Presidente de México. Pero eso, confía, "está por verse".