viernes, 19 de agosto de 2011

Carlos Fernández-Vega en el círculo de estudios de la Casa de Cultura Jaime Sabines



El economista y articulista de La Jornada, Carlos Fernández-Vega, estuvo en el círculo de estudios de la Casa de Cultura Jaime Sabines, donde comentó el "catarrito" que viene, como irresponsablemente bautizó a la crisis de 2008 Agustín Carstens, el Secretario de Hacienda del gobierno espurio ese año.
Carlos Fernández-Vega explicó la gravedad de la crisis que viene y la irresponsabilidad de los funcionarios del gobierno espurio, y del mismo pelele, al ocultar la situación real de la economía.
Las crisis en México han sido constantes desde 1976 y son producto de las malas políticas de los gobernantes mexicanos y de la aplicación del modelo económico neoliberal. Este modelo económico produce pobres. En México la concentración del 45 % de las riquezas está en manos de 70 personas, mientras que 112 millones de mexicanos viven con el 55 %, donde también hay escalas. Las crisis las producen los especuladores y los dueños de los grandes capitales, pero las pagamos los que menos tenemos. Nos suben los impuestos, cae el salario, cae el valor del ingreso, crece el desempleo. Simplemente en los cuatro años que lleva el espurio, las cifras que no han podido ocultar son de que hay 12 millones de pobres más. Y ahora, con la crisis mundial, lo que suceda a EU nos pasará también a nosotros, pero peor, debido a la gran dependencia econòmica que de ellos tenemos.
Carlos Fernández-Vega comentó que es un crimen que en un país donde hay 57 millones de pobres y 28 millones de personas que no tienen ni siquiera para comer, se siga aplicando este modelo económico, donde son muy, pero muy pocos los que ganan mcuhísimo dinero. Es un crimen que existan 11 millones de niños desnutridos y que se sigan cometiendo atraco tras atraco, como el FOBAPROA, donde los mexicanos, por 18 años tendremos que pagar el rescate de los bancos.
Carlos Fernández-Vega también comentó que ningún gobierno del mundo podría hacer tanta atrocidad como hace el nuestro, si la sociedad protestara. Es necesario participar y organizarse, de lo contrario, la situación económica no tiene para cuando mejorar.