Es sabido como en 2006 la guerra sucia fomentada desde la mayor parte de los medios de comunicación en México permeó en la sociedad para generar un miedo basado más en mentiras e irracionalidad que en datos fundamentados en contra de Andrés Manuel López Obrador. Mitos, para ser concretos.
Uno de esos mitos fue el de difundir de manera sistematizada que AMLO era un "populista", lo cual significaba, sin irnos a definiciones de diccionarios, que AMLO era un sobrepotector del pueblo al pretender querer darles todo (apelando a la famosa frase 'papá gobierno') sin que el pueblo se esforzara en absoluto.
Este tipo de visión es típica de gente de derecha o afín al capitalismo, pues para este tipo de visión, el Estado hace mal en ofrecer servicios diversos a la población (cuando se olvidan que para eso la población paga impuestos). Otro tipo de capitalistas que se hacen llamar "libertarios" van más allá: para ellos el Estado debe desaparecer y la iniciativa privada debe manejarlo todo, aunque la experiencia demuestra lo que implica privatizar: entregar la riqueza en recursos a aquellos quienes, por ser los que aporten el dinero, impondrán condiciones en todos los sentidos (laborales, jurídicos, económicos, etc...) y cuando eso sucede, la consecuencia suele ser: violación de derechos de poblaciones minoritarias, arrebato de sus propiedades "en nombre del progreso", sub-empleo con el consecuente mal-pago por sus servicios y degradación del medio ambiente.
En México, la visión de un AMLO "populista" implicaba la de un político que estaba dispuesto a darle todo a un pueblo "huevón y mantenido", incapaz de "ponerse a trabajar" porque "todo lo quiere peladito y en la boca". Esta falacia se enraizaba más debido al típico aspiracionismo mexicano: votar y/o apoyar a AMLO implicaba entonces que se era uno de esos "huevones" que seguro votaría por él para que "le diera todo y gratis, sin esforzarse".
Por supuesto, también se sostenía que los países desarrollados, con elevada democracia y con elevado nivel de vida ¡por supuesto que no podían aplicar programas "populistas"(sociales)!
A 6 años de esa gran falacia, un compatriota mexicano radicado en Suiza (M. A. Tello), nos comienza a dar una visión diferente a lo que los medios fomentaron en una campaña llena de mentiras que demuestra que más que ese malévolo "populismo", un Estado demócrata y libre de corrupción que administra bien los impuestos de sus ciudadanos, ofrece oportunidades de una nación progresista hasta con educación de alta calidad...
Uno de esos mitos fue el de difundir de manera sistematizada que AMLO era un "populista", lo cual significaba, sin irnos a definiciones de diccionarios, que AMLO era un sobrepotector del pueblo al pretender querer darles todo (apelando a la famosa frase 'papá gobierno') sin que el pueblo se esforzara en absoluto.
Este tipo de visión es típica de gente de derecha o afín al capitalismo, pues para este tipo de visión, el Estado hace mal en ofrecer servicios diversos a la población (cuando se olvidan que para eso la población paga impuestos). Otro tipo de capitalistas que se hacen llamar "libertarios" van más allá: para ellos el Estado debe desaparecer y la iniciativa privada debe manejarlo todo, aunque la experiencia demuestra lo que implica privatizar: entregar la riqueza en recursos a aquellos quienes, por ser los que aporten el dinero, impondrán condiciones en todos los sentidos (laborales, jurídicos, económicos, etc...) y cuando eso sucede, la consecuencia suele ser: violación de derechos de poblaciones minoritarias, arrebato de sus propiedades "en nombre del progreso", sub-empleo con el consecuente mal-pago por sus servicios y degradación del medio ambiente.
En México, la visión de un AMLO "populista" implicaba la de un político que estaba dispuesto a darle todo a un pueblo "huevón y mantenido", incapaz de "ponerse a trabajar" porque "todo lo quiere peladito y en la boca". Esta falacia se enraizaba más debido al típico aspiracionismo mexicano: votar y/o apoyar a AMLO implicaba entonces que se era uno de esos "huevones" que seguro votaría por él para que "le diera todo y gratis, sin esforzarse".
Por supuesto, también se sostenía que los países desarrollados, con elevada democracia y con elevado nivel de vida ¡por supuesto que no podían aplicar programas "populistas"(sociales)!
A 6 años de esa gran falacia, un compatriota mexicano radicado en Suiza (M. A. Tello), nos comienza a dar una visión diferente a lo que los medios fomentaron en una campaña llena de mentiras que demuestra que más que ese malévolo "populismo", un Estado demócrata y libre de corrupción que administra bien los impuestos de sus ciudadanos, ofrece oportunidades de una nación progresista hasta con educación de alta calidad...
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