Por: Erika Ramírez
(13/03/2012)
(Revista Contralínea)
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha presentado 26 denuncias contra integrantes del Ejército Mexicano por hechos de tortura. Los casos, considerados graves, se ventilan tanto en la PGR como en la Procuraduría General de Justicia Militar y en procuradurías locales. Para el vocero de la Sedena, Ricardo Trevilla Trejo, se trata de “hechos aislados”. Ante la posibilidad de que los juicios se realicen en tribunales civiles, indica: “Es parte de la evolución de los ejércitos”. La institución, asegura, está comprometida con los derechos humanos y, por ello, ha aceptado “al ciento por ciento” las 40 recomendaciones hechas por la CNDH. En los últimos tres años, otras 20 se han emitido para las secretarías de Seguridad Pública, Marina y la Procuraduría General, involucradas en la “guerra” antidrogas. Los estados donde más actos de tortura se han registrado son Chihuahua, Michoacán, Tamaulipas y Tabasco.
Aprehendido por dos elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en Tamaulipas, fue llevado a un lugar “desconocido”. Ahí lo golpearon, le sumergieron la cabeza en agua, y le aplicaron descargas eléctricas en el cuerpo, para que aceptara haber participado en hechos delictivos que no cometió.
Era el 21 de abril de 2010, cuando el hombre –identificado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) bajo el código V1 (con el que se protege su identidad)– fue torturado por elementos castrenses. Así lo indica la recomendación 52/2011, emitida por la Comisión al titular de la Sedena, Guillermo Galván Galván.
Ésta es una de las 60 recomendaciones hechas por el organismo que encabeza Raúl Plascencia Villanueva por prácticas de tortura cometidas entre el 1 de enero de 2009 y el 2 de diciembre de 2011. De éstas, 40 han sido para la Sedena; ocho, para la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a cargo de Genaro García Luna; cinco, para la Secretaría de Marina (Semar), a cargo del almirante Mariano Saynez Mendoza; una, para la Procuraduría General de la República. Otras seis, para los gobiernos de Michoacán, Tamaulipas, Puebla, Guanajuato y Chihuahua.
En 26 casos de tortura presuntamente cometida por integrantes del Ejército, además de las recomendaciones, la CNDH presentó denuncias ante la PGR, encabezada actualmente por Marisela Morales Ibáñez; la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM), bajo el mando del general brigadier Jesús Gabriel López Benítez, y procuradurías locales.
El general brigadier Ricardo Trevilla Trejo, director General de Comunicación Social y vocero de la Sedena, asegura que en la institución se profesa el respeto a los derechos humanos, independientemente de la “situación tan especial” que vive el país. Son hechos “aislados”, afirma, los cometidos por integrantes del Ejército Mexicano que derivaron en recomendaciones de la CNDH.
Reportaje completo...
(13/03/2012)
(Revista Contralínea)
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha presentado 26 denuncias contra integrantes del Ejército Mexicano por hechos de tortura. Los casos, considerados graves, se ventilan tanto en la PGR como en la Procuraduría General de Justicia Militar y en procuradurías locales. Para el vocero de la Sedena, Ricardo Trevilla Trejo, se trata de “hechos aislados”. Ante la posibilidad de que los juicios se realicen en tribunales civiles, indica: “Es parte de la evolución de los ejércitos”. La institución, asegura, está comprometida con los derechos humanos y, por ello, ha aceptado “al ciento por ciento” las 40 recomendaciones hechas por la CNDH. En los últimos tres años, otras 20 se han emitido para las secretarías de Seguridad Pública, Marina y la Procuraduría General, involucradas en la “guerra” antidrogas. Los estados donde más actos de tortura se han registrado son Chihuahua, Michoacán, Tamaulipas y Tabasco.
Aprehendido por dos elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en Tamaulipas, fue llevado a un lugar “desconocido”. Ahí lo golpearon, le sumergieron la cabeza en agua, y le aplicaron descargas eléctricas en el cuerpo, para que aceptara haber participado en hechos delictivos que no cometió.
Era el 21 de abril de 2010, cuando el hombre –identificado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) bajo el código V1 (con el que se protege su identidad)– fue torturado por elementos castrenses. Así lo indica la recomendación 52/2011, emitida por la Comisión al titular de la Sedena, Guillermo Galván Galván.
Ésta es una de las 60 recomendaciones hechas por el organismo que encabeza Raúl Plascencia Villanueva por prácticas de tortura cometidas entre el 1 de enero de 2009 y el 2 de diciembre de 2011. De éstas, 40 han sido para la Sedena; ocho, para la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a cargo de Genaro García Luna; cinco, para la Secretaría de Marina (Semar), a cargo del almirante Mariano Saynez Mendoza; una, para la Procuraduría General de la República. Otras seis, para los gobiernos de Michoacán, Tamaulipas, Puebla, Guanajuato y Chihuahua.
En 26 casos de tortura presuntamente cometida por integrantes del Ejército, además de las recomendaciones, la CNDH presentó denuncias ante la PGR, encabezada actualmente por Marisela Morales Ibáñez; la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM), bajo el mando del general brigadier Jesús Gabriel López Benítez, y procuradurías locales.
El general brigadier Ricardo Trevilla Trejo, director General de Comunicación Social y vocero de la Sedena, asegura que en la institución se profesa el respeto a los derechos humanos, independientemente de la “situación tan especial” que vive el país. Son hechos “aislados”, afirma, los cometidos por integrantes del Ejército Mexicano que derivaron en recomendaciones de la CNDH.
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