En Tulancingo, el candidato de la izquierda reiteró que el PAN y el PRI
son lo mismo: responsables de la decadencia nacional, de la miseria y la
violencia.
Tulancingo, Hgo. Frente a la
plaza atiborrada de simpatizantes, porque "Tulancingo es de
López Obrador", el candidato presidencial del Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena) y de la izquierda partidista expuso
tajante "en el país hace falta poner orden, pero para hacerlo
se necesita tener autoridad moral".
Le escuchaban mujeres y hombres pobres
de la región, familias enteras de Tulancingo, Pachuca, Tula,
Tizayuca, a los que les reiteró que el PAN y el PRI son lo mismo:
responsables de la decadencia nacional, de la miseria y la violencia.
Sus miles de seguidores le aplaudieron
y gritaron en son de respaldo incondicional cuando se les recordó
desde el sonido que él había ganado el debate.
Con mira en la jornada electoral del
primero de julio, López Obrador, con euforia, les pidió a los
hidalguenses que "no vendan el voto; molesta que trafiquen con
la pobreza, ellos (PAN y PRI) tienen la fábrica de pobres y se valen
de la buena fe de la gente".
A pesar de la amenaza de lluvia que se
cernía sobre la plaza municipal, los asistentes no se movieron, y
respondieron con aplausos cuando el candidato les dijo: nos falta el
ultimo jalón, "ésta va a ser una elección histórica, y vamos
a decidir qué queremos los mexicanos."
Y por tal razón les preguntó si el
pueblo desea el cambio verdadero o más de lo mismo. Al unísono le
respondió con fuerza que el cambio verdadero.
Con ironía, bromeó, y les dijo a sus
seguidores que él se enfrenta a las trampas que le imponen sus
adversarios, y las tengo que librar, porque lo importante es no
caerse.
De Tulancingo, el candidato
presidencial se dirige a Texcoco, donde se reunirá con la población
del oriente mexiquense.
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