miércoles, 14 de enero de 2009

¿Un elefante, se balanceaba…?

POR RAMI SCHWARTZ

Si en México privase la cordura y la sensatez, el trabajo del señor Carstens pendería de un hilo… si en México privase la cordura y la sensatez. Pero bueno, los lectores de este espacio saben mejor, para ellos, a diferencia de Carstens, nada fue "mayor a lo esperado". Aquí lo dijimos, lo anticipamos, lo analizamos, lo explicamos con cifras contundentes. Nos acusaron de pesimistas, de catastrofistas, ignoraron nuestras alertas, nuestros consejos y recomendaciones.

Apabullado, borrado por una crisis económica que se pudo atemperar, desacreditado igual que sus patrones de Wall Street y todos sus subordinados (imagínese, invitar hoy, por ejemplo, a Martin Werner a dictar una plática, ¿Cómo qué ching… puede explicar si en los hechos no lo hicieron?) si fueron incapaces de ver el tsunami que se avecinaba. Finalmente, Carstens, con la panza entre las rodillas, tuvo que reconocer lo que ya es inocultable, "La crisis ha sido de una magnitud mucho mayor a la esperada, ha acelerado la descomposición de la economía, y ha disparado movimientos de capital" afirmó ante 33 secretarios de finanzas estatales el secretario de Hacienda.
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