lunes, 16 de febrero de 2009

Emergencia sin consecuencia

Manuel Camacho Solís

Nuestro país vive una emergencia económica y de seguridad, pero el gobierno y la mayor parte de los actores políticos y sociales no se atreven a reconocerla y menos a actuar en consecuencia. El resultado no puede ser sino aumentar los costos de la crisis para la sociedad y los peligros de ruptura del acuerdo constitucional. Falta visión. Falta estrategia. Falta sensibilidad. Falta oportunidad.

Falta visión. El gobierno aún no cobra conciencia de que no estamos ante una contracción cíclica normal, temporal, sino ante el derrumbe de una deformación del capitalismo financiero global que ha puesto al mundo en el límite de un colapso. Sigue aferrado a las políticas del Consenso de Washington que están en ruinas hasta en Washington. Sigue buscando las bendiciones de las mecas del capitalismo mundial, cuando en los propios centros de éste crecen los cuestionamientos. Con tan sólo leer los discursos de Obama, Brown o Sarkozy, se cobraría conciencia de qué tan perdido está el discurso oficial de México en estos tiempos de apremio.
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