jueves, 19 de febrero de 2009

Fraude Stanford: tumulto en Polanco

Dinero

CNBV autoriza, Condusef se lava las manos
Los tres estados de la canciller

Enrique Galván Ochoa

Jonathan Davis Arzac fue nombrado presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores por Vicente Fox en diciembre de 2000 y permaneció en el cargo hasta diciembre de 2006, cuando lo sustituyó Guillermo Babatz. En mayo de 2005 –todavía con Davis– la CNBV autorizó a la empresa Stanford Fondos SA de CV para que operara la distribución de acciones de sociedades de inversión mexicanas exclusivamente y quedó bajo la supervisión de la misma comisión, de acuerdo a un reporte que emitió el martes la oficina de prensa de Babatz. Aparentemente se salió de los límites y falló la vigilancia. Ayer se formó un tumulto de clientes afuera de sus oficinas en Polanco para reclamar que les entregaran de inmediato sus inversiones, al conocerse que las autoridades federales de Estados Unidos investigan al propietario del negocio, Robert Allen Stanford, por un probable fraude de 8 mil millones de dólares. No abrieron, apareció un letrero con esta leyenda: Las cuentas de los clientes de Stanford se encuentran temporalmente congeladas con la excepción de la ejecución de instrucciones de clientes para cerrar y/o liquidar posiciones abiertas, señala el comunicado. Algunos clientes llamaron a Condusef en busca de orientación y recibieron por respuesta que no puede hacerse nada porque se trata de un banco extranjero. Argumento bizarro, por decir lo menos: por un lado la CNBV autorizó que operara en México, ahora dice Condusef que como es un banco extranjero está fuera de su jurisdicción. El caso Stanford –que se suma a la pirámide Madoff– pone de relieve la alcahuetería y corrupción de los llamados órganos reguladores o de vigilancia. En el sexenio pasado la función de la CNBV sobresalió por encubrir, con el pretexto del secreto bancario, los fraudes en que se vieron involucrados algunos personajes de la política.
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