viernes, 24 de abril de 2009

Cananea no es un juego

Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS

Calderonismo al servicio de Grupo México
Disputa de Germán Larrea y Gómez Urrutia
STPS y JFCA a las órdenes de empresarios


“El trabajo es un título natural para la propiedad del fruto del mismo, y la legislación que no respete ese principio es intrínsecamente injusta”.
Jaime Luciano Bal

Después de siglos de explotación, Cananea sigue siendo un auténtico filón de oro para quienes, desde siempre, han sangrado las entrañas de nuestro país. Ignorantes e incapaces como han sido los últimos gobiernos federales no se habían atrevido a llegar al extremo del calderonista, sabedores en el fondo que ahí está la mecha para que la clase trabajadora se rebele. Según los concesionarios de la mina, aún le quedan 267 años para seguir siendo explotada y ante la riqueza de ayer, de hoy y la futura, el gobierno federal, lejos de aprovechar ese oro y cobre –principalmente- que junto con el petróleo conforma el patrimonio nacional, se coloca del lado de los empresarios a cambio de unas migajas, de unos porcentajes, en la posición del “coyotaje”.
Así, no conforme con la cadena de errores que ha cometido en materia económica, que tienen sumido al país en una profunda crisis y que han abonado a que el Producto Interno Bruto (PIB) se derrumbe más del 3.7% este año –según el FMI- y el desempleo supere ya el 5 por ciento de la población económicamente activa, Felipe Calderón cava en Cananea, Sonora, lo que puede ser la tumba electoral para el PAN el próximo 5 de julio, al insistir en ejercer el poder del Estado en contra de los trabajadores para satisfacer los apetitos de poderosos grupos empresariales como el del Grupo México de Germán Larrea, sin que le importe atentar contra el derecho de huelga en general, desestimando la dignidad y las luchas históricas de los mexicanos.
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