viernes, 8 de mayo de 2009

Las razones de Carlos

A Puerta Cerrada
Marcela Gómez Zalce

• El “catarrito” de la recesión
• Entre virus y cortinas ahumadas…

Nada impide, mi estimado, decir la verdad riendo. Espléndido cierre de semana con las derivaciones financieras del travieso virus A H1N1, que de la mano de la monumental crisis económica nacional aventó, literalmente, a Agustín Carstens a declarar que México ya está en recesión, lo que obligaría a millones de mexicanos a entrar en estado de shock o monumental pánico dada la sugestiva credibilidad del secretario para diagnosticar agitados escenarios.

El original quid (o sea, la misión imposible) del problema federal, my friend, radicará en la estrategia integral (para la cual se necesita bastante talento) para reactivar la confianza internacional de los inversionistas —básicamente perdida a raíz del tsunami de violencia— y para reavivar la arena del turismo porque, para colmo, ambos (dos) sumados al colapso financiero que ha golpeado la línea de flotación (del cacareado blindaje del barco de gran calado) del envío de las remesas y la baja en el precio del petróleo, esbozan el peor de los escenarios catastrofistas.

Pero para evitar sugestivas depresiones antes del regreso a la normalidad, afortunadamente la semanita termina con una dosis de entretenimiento político regalado por la lacra de Argentina llamada Carlos Ahumada con su ameno librito, en el cual el respetable espera poder leer los nombres de aquellos ilustrísimos periodistas que entraron a la exótica videoteca del empresario, quien ha puesto en evidencia que con la penaaaaaaaaaaaa… sí hubo complot, compló, or whatever you want to name it, en contra de Andrés Manuel López Obrador.

¡¡Chingón!!
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