sábado, 30 de mayo de 2009

¿Quién sigue?

Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras

La embestida espectacular y mediática del gobierno de Felipe Calderón contra dos gobernadores del PRD (Amalia García y Leonel Godoy) y uno del PAN, Marco Antonio Adame, con el tema de la narcopolítica como fondo, puede ser sólo el preludio de un “golpe de efecto mayor” que están preparando en Los Pinos para reposicionar la imagen del Presidente y, de paso, ayudar a su partido electoralmente

Se prepara el terreno para ir contra un gobernador del PRI sin que se pueda acusar que Calderón está politizando su lucha antinarco

La embestida espectacular y mediática del gobierno de Felipe Calderón contra dos gobernadores del PRD (Amalia García y Leonel Godoy) y uno del PAN, Marco Antonio Adame, con el tema de la narcopolítica como fondo, puede ser sólo el preludio de un “golpe de efecto mayor” que están preparando en Los Pinos para reposicionar la imagen del Presidente y, de paso, ayudar a su partido electoralmente.

El llamado Michoacanazo desató toda clase de especulaciones sobre la forma y el momento en el que Calderón y su aparato de seguridad militarizada se decidieron a lanzar una ofensiva contra la narcopolítica, algo que la sociedad —y sobre todo el gobierno de Washington— reclamaban desde hace tiempo como urgente y necesario.

¿Por qué se lanzó al Ejército y a la militarizada Policía Federal primero contra un correligionario panista y luego contra dos gobernadores perredistas pero aliados de Los Pinos? Porque de esa manera se prepara el terreno para ir contra un gobernador del PRI sin que se pueda acusar —o al menos restarle argumentos— que Calderón está politizando su lucha antinarco, con el único fin de parar a su principal partido opositor y evitar no sólo que se quede con la mayoría en el Congreso el próximo 5 de julio, sino que siga avanzando hacia un regreso al poder en 2012.
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