lunes, 20 de julio de 2009

Sistema político agotado

Manuel Camacho Solís

El sistema político mexicano ni funciona ni se reforma. El desenlace de la elección es que, ante la peor crisis económica y de seguridad de las últimas décadas, durante tres larguísimos años tendremos un Presidente sin poder y un Congreso sin capacidad de reforma.

Por si todavía quedaba alguna duda, las elecciones han puesto a la vista las contradicciones entre nuestro sistema de gobierno y el régimen de partidos.

Tenemos un sistema presidencial que no ha podido construir una mayoría gobernante desde 1977 y que ahora se enfrenta a una fuerza opositora con mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

Un sistema de tres fuerzas principales que limita la posibilidad de construir coaliciones electorales y de gobierno. Una descentralización del poder que no ha sido acompañada por la debida corresponsabilidad, democratización local y efectiva rendición de cuentas. Un sistema judicial aún con fuertes intervenciones del Ejecutivo y un Ministerio Público dependiente y politizado. Una autoridad con escasa autonomía.
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