MÉXICO, D.F., 27 de agosto (apro).- El golpe de Estado en Honduras, del 28 de junio último, encabezado por una junta de militares que entregó a un grupo espurio los órganos del Estado, ha puesto en la mesa de todos los análisis el tamaño de la agresión de una nueva fase del capitalismo, que no está dispuesto a abrir una sola ventana democrática.
En Honduras, se está jugando el futuro de muchos de nuestros países. Analistas van y vienen, tratando de explorar cómo la fuerza de los grupos de poder globales actúan, sin la más mínima cordura o ética, contra los pueblos empobrecidos de nuestra América Latina.
Leer Nota AQUI
En Honduras, se está jugando el futuro de muchos de nuestros países. Analistas van y vienen, tratando de explorar cómo la fuerza de los grupos de poder globales actúan, sin la más mínima cordura o ética, contra los pueblos empobrecidos de nuestra América Latina.