En un momento en el que no hay dinero, los conflictos van en aumento, crecen la violencia y la inseguridad, una conducción honrada y responsable de la justicia puede ganar la autoridad que haga la diferencia para sí y para la estabilidad del conjunto. Una Corte incapaz de proteger los derechos, acelerará su descrédito.
No es esta la ocasión para distraerse en definir las grandes reformas o proponer cambiar de casa. Lo imprescindible es evitar que los tiempos adversos terminen por generar la completa decepción de los ciudadanos con el orden constitucional y la democracia.
Lo que importa son las decisiones que la Corte está tomando y que definen su trayectoria. La opinión pública y los afectados observan si lo que se defienden son los derechos ciudadanos o la impunidad.
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No es esta la ocasión para distraerse en definir las grandes reformas o proponer cambiar de casa. Lo imprescindible es evitar que los tiempos adversos terminen por generar la completa decepción de los ciudadanos con el orden constitucional y la democracia.
Lo que importa son las decisiones que la Corte está tomando y que definen su trayectoria. La opinión pública y los afectados observan si lo que se defienden son los derechos ciudadanos o la impunidad.