domingo, 30 de agosto de 2009

Ladillas - Mexicanos de Segunda - 002

Ladillas

Mexicanos de Segunda - 002

Por el Lic. Mefistófeles Satanás

El libro “Petróleo y Revolución” de Jonathan Charles Brown documenta los abusos de los extranjeros cuando estos eran dueños de la industria petrolera mexicana. Hoy en día, los PANistas se empeñan en entregarles a estos la riqueza petrolera de México. Esto es entendible pues el PAN fue fundado en 1939 específicamente para oponerse a la expropiación petrolera. Es más, entre los que proporcionaron dinero para su fundación estuvo Prescott Bush, un senador de Connecticut e inversionista de la Brown Brothers que había sido perjudicado cuando el General Cárdenas lo mando a la chingada. Este Prescott Bush fue el abuelo de George W. Bush.

Sobre el racismo de los extranjeros hacia los mexicanos en México Brown escribe que:

“…el racismo, otra manifestación de la industria petrolera controlada por extranjeros que fue pronto manifiesta a todo mexicano que estuviera ligado con el negocio, tendió a retrasar la transferencia de tecnología…los norteamericanos, de vuelta en su país, instruían sin problema a sus compatriotas sobre el trabajo en la industria petrolera, aun si estos eran campesinos ignorantes que solo habían hecho trabajos en granjas…no hacían tal cosa en México con los mexicanos pues los consideraban racial o étnicamente inferiores…”

Esa fue la razón por la cual en 1938, cuando el general Cárdenas los mandó a la chingada, los extranjeros pensaban que los mexicanos les iban a pedir de rodillas que regresaran. Pero los mexicanos se fajaron y los obreros mexicanos de PEMEX con lo poquito que “le habían visto hacer al gringo” mantuvieron operando los pozos, oleoductos, y refinerías.

Tal vez durante el porfiriato los mexicanos no tenían los ingenieros requeridos. Pero hoy tenemos a la UNAM y al Poli y otras universidades produciendo excelentes ingenieros. Y en 1966 el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) fue fundado precisamente para que PEMEX no tuviera que depender de tecnología extranjera sino que pudiera desarrollar la suya propia. Y sin embargo en PEMEX, bajo el régimen de los PANistas, han corrido un carajal de ingenieros mexicanos para darles sus puestos a los extranjeros y han capado al IMP.

El siguiente pasaje del libro de Brown me hizo cagar de la risa pensando en los enanos mentales acomplejados (los EMAS) que se consideran a sí mismos “apiñonados” y reniegan de sus raíces indígenas a pesar que tienen el nopalote en la frente:

“…para los norteamericanos, los orgullosos y educados pero apiñados burgueses mexicanos eran lo mismo que los peones morenos y analfabetos. Importaba poco que los mexicanos fungieran como asesores legales e incluso como miembros del consejo de las compañías extranjeras. Todo el que hablara español era un ‘spic’ o un ‘greaser’ (términos despectivos). ‘¿Tendré que traer a mis propios trabajadores (sajones) –se preguntaba un perforador norteamericano—o podre encontrar ‘greasers’ con suficiente sentido para operar la maquinaria?’…los trabajadores norteamericanos, tanto los de Pensilvania como los sureños, eran racistas. Estimaban a los trabajadores mexicanos tan poco como a los afroamericanos en EEUU. En los campos petroleros y refinerías de Texas los trabajos más sucios y serviles estaban destinados a los negros y a los chicanos…”

Así pues, aunque hoy los EMAs crean que por el hecho de que, si privatizan PEMEX, ellos podrán comprar acciones y ser respetados como “inversionistas”, sepan que siempre los van a ver los yanquis como si fueran conserjes y sirvientes. Como buenos lacayos, estos traidores a la patria no se merecen más que el desprecio tanto de mexicanos como de los extranjeros.

El libro de Brown lo pueden leer en el link: http://books.google.com/books?id=AHQ6hyYxO5AC&dq=%22dijo+Martinez+del+Rio%22&source=gbs_navlinks_s. Según se advierte en la reseña del libro: “…Brown también revisa muchos conceptos erróneos sobre las inversiones extranjeras sugiriendo a los que creen que las políticas mexicanas de privatización y libre comercio son las olas del futuro pongan atención a la experiencia histórica de la nación con las compañías petroleras, ya que según el autor, el camino que los mexicanos seguirán durante los próximos decenios será similar…” O sea, lo que podemos esperar los mexicanos con la entrega de PEMEX será discriminación y abusos por parte de los extranjeros similares a los que documenta Brown.