miércoles, 16 de septiembre de 2009

Líbrenos Dios de esa “gente decente”

Alejandro Gertz Manero

La mayoría de los mexicanos pensaron que si en el año 2000 llegaba “la gente decente” al poder, este país habría de cambiar y las épocas aciagas de los abusos, coimas y chanchullos se iban a terminar para siempre, y nuestra patria sería un verdadero Jardín del Edén o unos Campos Elíseos donde las ninfas ciudadanas podrían corretear alegremente sin el peligro de los insaciables faunos políticos.

Han transcurrido casi 10 años de ilusiones frustradas, esperanzas quebrantadas y dolorosos enfrentamientos con una realidad que no solamente siguió igual, sino que empeoró notablemente en una feria de caprichos, payasadas, trinquetes y, sobre todo, de ineptitud monumental e imprevisión absoluta para manejar los asuntos públicos.
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