MÉXICO, D.F., 1 de septiembre (apro).- Como si no viviéramos en épocas de emergencia económica, el dispendio en publicidad –especialmente en spots televisivos y radiofónicos– transforma los informes de gobierno en pretextos para el montaje de un espectáculo mediático y en una intensa batalla por el rating, que ha sustituido a la comunicación política.
Este es el elemento en común del presidente en funciones, Felipe Calderón, y del presidente de facto, el mexiquense Enrique Peña Nieto, quienes compiten en el derroche para transformar las ceremonias que deben ser republicanas, en un pretexto para un espectáculo televisado.
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Este es el elemento en común del presidente en funciones, Felipe Calderón, y del presidente de facto, el mexiquense Enrique Peña Nieto, quienes compiten en el derroche para transformar las ceremonias que deben ser republicanas, en un pretexto para un espectáculo televisado.