domingo, 14 de marzo de 2010

Gaceta proletaria.
Gabriel Pantoja Cárdenas
EL PROGRAMA REIVINDICATORIO DE AMLO FRENTE A LA DICTADURA ECONOMICA Y EL PRIANATO
La tragedia que vive México exige que ubiquemos los problemas de fondo junto con los responsables, a efecto de poder organizar la estrategia y táctica para combatirlos con éxito y enderezar el rumbo de la nación. No debemos perder el tiempo ni detener nuestra mirada en la tragicomedia que protagonizan las clases directoras del país; la política hay que entenderla como la ciencia encargada de conducir el desarrollo de la sociedad, los políticos que no se conducen a esa altura sólo desempeñan el papel de servidumbre a sueldo de la dictadura económica que padecemos.
Los objetivos de la oligarquía no han variado ni un ápice, sofocaron las ansias libertarias del pueblo en 1988 y 2006, y siguen preparándose para defender su estancia en el poder más allá del 2012. Tienen confianza en la experiencia lograda a lo largo de tres décadas de reinado absoluto, lapso durante el cual han descubierto que la piedra angular de su estrategia es y seguirá siendo, la alianza fundamental -no de coyuntura- entre las dos fuerzas políticas “mayoritarias” para frenar las demandas del pueblo de México.
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Notas de la semana
Carlos Monsiváis
La divina pléyade
El espectáculo se centuplica. Se discute el pacto que a lo mejor fue secreto durante 24 horas donde el PAN se abstenía de aliarse con el PRD en el Estado de México y el PRI se comprometía al apoyo de la reforma fiscal de Calderón. Eso fue el principio durante dos o tres días, y luego la Cámara de Diputados se convirtió en un reality show, con la peculiaridad de la demolición del sonido, una legión se precipita al encuentro de la frase que no llega sustituida por un triste lugar común, los oradores repiten una y otra vez lo que hace un siglo quizá era una novedad, los legisladores atienden muy a ratos, el fastidio retumba, cada diputado procura sentirse aludido para intervenir “por alusiones personales”, las interpelaciones son la prueba, la única al alcance, de que alguien escucha, las descalificaciones se emiten en pro del carácter teatral de la política.
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