Wikileaks ha evidenciado lo que hemos venido denunciando desde hace años: la intervención de Washington en México y el control que ejerce sobre el gobierno de Calderón, que la solicita con “angustia”, y sobre las Fuerzas Armadas y policiacas. Todo, en flagrante violación de la Constitución y de nuestra soberanía.
El gobierno de Washington, que predica “democracia” y “libertad”, ha sido desenmascarado por Wikileaks y por sus acciones de persecución, censura y encarcelamiento contra Julian Assange, con la colaboración de gobiernos subordinados que atienden a una demanda por el delito de “abuso sexual y violación”. Nadie en el mundo ignora que la prisión de Assange tiene carácter político, como venganza por el golpe que atestó a la política y los intereses del imperio, por lo que desde el inicio contó con la solidaridad de millones de personas, e incluso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Lula y Putin.
Los cables develados por Wikileaks han mostrado a los ojos de todo el mundo la política de intromisión, chantaje, corrupción, hipocresía que emplea Estados Unidos para controlar al mundo a través de gobiernos serviles y del uso descarado de la fuerza y de actividades criminales. Ya antes, Wikileaks había dado a conocer 70 mil cables militares secretos respecto de la guerra en Afganistán y había mostrado un video de 2007 en el que se comprueba cómo un helicóptero del ejército estadunidense mata a 12 civiles, entre ellos a dos periodistas de Reuters.
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El gobierno de Washington, que predica “democracia” y “libertad”, ha sido desenmascarado por Wikileaks y por sus acciones de persecución, censura y encarcelamiento contra Julian Assange, con la colaboración de gobiernos subordinados que atienden a una demanda por el delito de “abuso sexual y violación”. Nadie en el mundo ignora que la prisión de Assange tiene carácter político, como venganza por el golpe que atestó a la política y los intereses del imperio, por lo que desde el inicio contó con la solidaridad de millones de personas, e incluso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Lula y Putin.
Los cables develados por Wikileaks han mostrado a los ojos de todo el mundo la política de intromisión, chantaje, corrupción, hipocresía que emplea Estados Unidos para controlar al mundo a través de gobiernos serviles y del uso descarado de la fuerza y de actividades criminales. Ya antes, Wikileaks había dado a conocer 70 mil cables militares secretos respecto de la guerra en Afganistán y había mostrado un video de 2007 en el que se comprueba cómo un helicóptero del ejército estadunidense mata a 12 civiles, entre ellos a dos periodistas de Reuters.