Saltillo, Coah., 18 de mayo. Hay
mucha gente en el poder a la que le gustó la noticia sobre la salida
del cura Alejandro Solalinde del país, aseguró el sacerdote Pedro
Pantoja Arreola, responsable de la casa del migrante Belén de Saltillo,
Coahuila.
Como que hubo un discernimiento maldito: es mejor que se vaya a que siga aquí, consideró.
Está seguro de que las amenazas que llevaron a Solalinde al
autoexilio son “consecuencia de un plan con maña, de una acción
sistemática del gobierno para exterminar a los activistas.
Es una vergüenza que el Estado mexicano no tenga la capacidad ni la cultura para adoptar medidas cautelares a fin de cuidar a los defensores de los derechos humanos. Esto es algo sistemático; ha venido ocurriendo en esta decena trágica de gobiernos del PAN y al gobierno le conviene que los activistas se vayan, pero ¿se van a ir todos?, cuestionó.
La salida de Solalinde
no es lo que debe ocurrir, no es lo correcto, pero es indispensable, pues es un asunto de vida o muerte, dijo.
Es algo sumamente grave desde la perspectiva de los derechos humanos en cuanto a defensores. Es un mensaje de que (los defensores) estamos equiparados totalmente a las víctimas; es muy grave lo que pasa, porque, ¿entonces qué, se irán todos los que de alguna manera tienen compromiso con los migrantes? Qué bueno que nuestro hermano Solalinde con su profetismo pueda encontrar apoyo para sobrevivir y regresar.
Síguenos en twitter @radioamlo