viernes, 16 de noviembre de 2012

¿Pueden Calderón y Lozano, del PAN empresarial, beneficiar en su reforma a los obreros?

por Pedro Echeverría V.

La ley, por donde se quiera ver, beneficia 100 por ciento a los empresarios porque lo que busca con ella es elevar la productividad y abaratar la mano de obra

1 El presidente Felipe Calderón envió la Ley del Trabajo a las cámaras para ser aprobada y Javier Lozano, quien fuera su secretario de Trabajo y hoy senador, fue su principal manipulador de la Ley entre los legisladores. El PAN logró imponerse en las dos cámaras con el apoyo del PRI;  el PRD –como siempre- apoyó un poco a la derecha, pero no ha dejado de lloriquear su derrota. Por lo menos durante 15 años los electricistas del SME, la CNTE y otros sindicalistas lucharon contra las llamadas “reformas estructurales” o privatizaciones de la electricidad, del petróleo y la ley del trabajo. En estos últimos tres meses, dado que se sabía de la posición privatizadora del futuro presidente Enrique Peña Nieto, la resistencia es muy baja y parece aceptarse como un hecho.

2. Reseña el diario La Jornada que un gran cartel fue colocado en las rejas del Senado donde se leía: ¡Senadores traidores! Que en el mitin del Paseo de la Reforma participaron: la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente Sindical Mexicano (FSM), la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sobrecargos y personal de tierra de Mexicana de Aviación, así como telefonistas, el CED del SNTE, el Instituto Nacional de Bellas Artes y los estudiantes del Yo soy 132. Sin embargo aquella combatividad de años anteriores parece estar desapareciendo porque las acciones son mínimas a pesar de que el golpe es brutal.

3.  Pusieron la gran manta de “Senadores traidores” pero no se dieron cuenta que el 80 por ciento del duro golpe se los dieron en la cámara de diputados al aprobar los autsorcing, los contratos por hora, la exigencia de productividad, la pérdida de prestaciones, antigüedad y estabilidad. Les desviaron la atención agitándoles el problema político-sindical, para que olviden que en lo económico se los habían apergollado. No se dan cuenta que los “traidores son todos los legisladores”, los obreros, las gentes conscientes que se dicen de izquierda que no salieron a las calles a bloquear el tránsito, los bancos, las carreteras. En 15 años los trabajadores salieron a las calles, pero con la presencia del privatizador Peña Nieto parece a todos se les arruga, es decir, les da miedo.

4. La realidad es que creí que el gobierno corrupto y chacoteador de Fox y el de los 100 mil muertos de Calderón no terminarían sus sexenios; sin embargo con el abierto espaldarazo del PRI a ambos han terminado sin llevarlos a juicio y a la cárcel. Parece que el pueblo mexicano está acostumbrado a aguantar todos los golpes porque como se ha dicho: ¿Si ha aguantado 71 años continuos al PRI porqué no soportar 12 años al PAN que es exactamente lo mismo?  Sólo falta que en los próximos meses se apruebe la privatización del petróleo, se termine de privatizas el sector eléctrico, así como se apruebe una ley para prohibir de manera total las manifestaciones, los bloqueos y las protestas con el pretexto del libre tránsito y el respeto a la propiedad privada.

5. La ley, por donde se quiera ver, beneficia 100 por ciento a los empresarios porque lo que busca con ella es elevar la productividad y abaratar la mano de obra para competir con otros países que se están llevando a los inversionistas. En última instancia no es un problema nacional sino de competencia internacional. Fueron los empresarios y los políticos a su servicio quienes redactaron la ley para que Calderón y Lozano la presenten como especial y prioritaria. Desafortunamente, con esa conciencia clerical de nuestro pueblo en el sentido de que la felicidad no hay que buscarla en la tierra sino en el cielo, de que a mayor sufrimiento y pobreza aquí mayor felicidad en el más allá, la mayoría está dispuesta a soportar todo, aunque la familia sufra.

6.  La propaganda del gobierno y de Lozano en el sentido de que habrá una mayor contratación, de que el salario será mejor, de que aumentará la productividad, de que grupos marginados, como la mujer, serán incluidos en mayor número, que habrá más justicia y más democracia sindical, es una propaganda proempresarial para quienes se quieran hacer tontos. Cualquier persona con un grado de inteligencia puede entender que tanto el presidente panista, como el exsecretario del Trabajo, se han distinguido desde siempre, como personajes fascistoides y autoritarios. ¿Con qué argumento Calderón puede decir que su ley beneficia a los trabajadores si su partido ha sido, desde que nació en 1939, un partido empresarial; de donde va a sacar Lozano preocupación por los obreros si su comportamiento ha sido absolutamente antiobrero?

7. Se ha dicho que “El hombre piensa como vive” y que “la ideología dominante en una sociedad es la ideología de la clase dominante”. Son dos frases que en realidad son muy generales, pero  que sin duda están llenas de verdad. A pesar que los izquierdistas hayamos gritado durante muchas décadas que el pueblo está con nosotros, la realidad es que “debería estar con nosotros” porque luchamos junto a ellos por sus intereses; pero no olvidemos que ese pueblo ha sido víctima durante siglos de un proceso profundo de ideologización por parte de las clases dominantes que han usado la familia, la iglesia, la escuela, las tradiciones, para propagar su pensamiento y poder. Si desde la izquierda no trabajamos con intensidad a ese pueblo se le seguirán imponiendo reformas derechistas contra sus intereses sin que se de cuenta o incluso aprobándolas.



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