La ley, por donde se quiera ver, beneficia 100 por ciento a los
empresarios porque lo que busca con ella es elevar la productividad y
abaratar la mano de obra
1 El presidente Felipe
Calderón envió la Ley del Trabajo a las cámaras para ser aprobada y
Javier Lozano, quien fuera su secretario de Trabajo y hoy senador, fue
su principal manipulador de la Ley entre los legisladores. El PAN logró
imponerse en las dos cámaras con el apoyo del PRI; el PRD –como
siempre- apoyó un poco a la derecha, pero no ha dejado de lloriquear su
derrota. Por lo menos durante 15 años los electricistas del SME, la CNTE
y otros sindicalistas lucharon contra las llamadas “reformas
estructurales” o privatizaciones de la electricidad, del petróleo y la
ley del trabajo. En estos últimos tres meses, dado que se sabía de la
posición privatizadora del futuro presidente Enrique Peña Nieto, la
resistencia es muy baja y parece aceptarse como un hecho.
2. Reseña el diario La Jornada que un gran cartel fue colocado en las rejas del Senado donde se leía:
¡Senadores traidores!Que en el mitin del Paseo de la Reforma participaron: la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente Sindical Mexicano (FSM), la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sobrecargos y personal de tierra de Mexicana de Aviación, así como telefonistas, el CED del SNTE, el Instituto Nacional de Bellas Artes y los estudiantes del Yo soy 132. Sin embargo aquella combatividad de años anteriores parece estar desapareciendo porque las acciones son mínimas a pesar de que el golpe es brutal.
3. Pusieron la gran
manta de “Senadores traidores” pero no se dieron cuenta que el 80 por
ciento del duro golpe se los dieron en la cámara de diputados al aprobar
los autsorcing, los contratos por hora, la exigencia de productividad,
la pérdida de prestaciones, antigüedad y estabilidad. Les desviaron la
atención agitándoles el problema político-sindical, para que olviden que
en lo económico se los habían apergollado. No se dan cuenta que los
“traidores son todos los legisladores”, los obreros, las gentes
conscientes que se dicen de izquierda que no salieron a las calles a
bloquear el tránsito, los bancos, las carreteras. En 15 años los
trabajadores salieron a las calles, pero con la presencia del
privatizador Peña Nieto parece a todos se les arruga, es decir, les da
miedo.
4. La realidad es que
creí que el gobierno corrupto y chacoteador de Fox y el de los 100 mil
muertos de Calderón no terminarían sus sexenios; sin embargo con el
abierto espaldarazo del PRI a ambos han terminado sin llevarlos a juicio
y a la cárcel. Parece que el pueblo mexicano está acostumbrado a
aguantar todos los golpes porque como se ha dicho: ¿Si ha aguantado 71
años continuos al PRI porqué no soportar 12 años al PAN que es
exactamente lo mismo? Sólo falta que en los próximos meses se apruebe
la privatización del petróleo, se termine de privatizas el sector
eléctrico, así como se apruebe una ley para prohibir de manera total las
manifestaciones, los bloqueos y las protestas con el pretexto del libre
tránsito y el respeto a la propiedad privada.
5. La ley, por donde se
quiera ver, beneficia 100 por ciento a los empresarios porque lo que
busca con ella es elevar la productividad y abaratar la mano de obra
para competir con otros países que se están llevando a los
inversionistas. En última instancia no es un problema nacional sino de
competencia internacional. Fueron los empresarios y los políticos a su
servicio quienes redactaron la ley para que Calderón y Lozano la
presenten como especial y prioritaria. Desafortunamente, con esa
conciencia clerical de nuestro pueblo en el sentido de que la felicidad
no hay que buscarla en la tierra sino en el cielo, de que a mayor
sufrimiento y pobreza aquí mayor felicidad en el más allá, la mayoría
está dispuesta a soportar todo, aunque la familia sufra.
6. La propaganda del
gobierno y de Lozano en el sentido de que habrá una mayor contratación,
de que el salario será mejor, de que aumentará la productividad, de que
grupos marginados, como la mujer, serán incluidos en mayor número, que
habrá más justicia y más democracia sindical, es una propaganda
proempresarial para quienes se quieran hacer tontos. Cualquier persona
con un grado de inteligencia puede entender que tanto el presidente
panista, como el exsecretario del Trabajo, se han distinguido desde
siempre, como personajes fascistoides y autoritarios. ¿Con qué argumento
Calderón puede decir que su ley beneficia a los trabajadores si su
partido ha sido, desde que nació en 1939, un partido empresarial; de
donde va a sacar Lozano preocupación por los obreros si su
comportamiento ha sido absolutamente antiobrero?
7. Se ha dicho que “El
hombre piensa como vive” y que “la ideología dominante en una sociedad
es la ideología de la clase dominante”. Son dos frases que en realidad
son muy generales, pero que sin duda están llenas de verdad. A pesar
que los izquierdistas hayamos gritado durante muchas décadas que el
pueblo está con nosotros, la realidad es que “debería estar con
nosotros” porque luchamos junto a ellos por sus intereses; pero no
olvidemos que ese pueblo ha sido víctima durante siglos de un proceso
profundo de ideologización por parte de las clases dominantes que han
usado la familia, la iglesia, la escuela, las tradiciones, para propagar
su pensamiento y poder. Si desde la izquierda no trabajamos con
intensidad a ese pueblo se le seguirán imponiendo reformas derechistas
contra sus intereses sin que se de cuenta o incluso aprobándolas.
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