miércoles, 10 de septiembre de 2008

Cerca el Estado Mayor Presidencial el Zócalo, pese a acuerdos con GDF y FAP

■ Las vallas metálicas y los retenes instalados impidieron el paso de transeúntes Cerca el Estado Mayor Presidencial el Zócalo, pese a acuerdos con GDF y FAP ■ Despliega el gobierno federal más de 600 efectivos de las Fuerzas de Apoyo en la zona

Bertha Teresa Ramírez, Ángel Bolaños y Gustavo Castillo
La Jornada


Gran malestar provocó ayer entre transeúntes el cerco que desde las cero horas del martes instaló el Estado Mayor Presidencial en tres de los cuatro lados de la Plaza de la Constitución, así como en el circuito vial que rodea la plancha y en el límite de las banquetas con el arroyo vehicular.

Rodeada de rejas en la mayor parte de su perímetro, la Plaza de la Constitución tenía un aspecto muy diferente a su imagen cotidiana llena de dinamismo, toda vez que vallas tubulares impedían a la gente transitar por la plancha en dirección al Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana y los dos edificios sedes del Gobierno del Distrito Federal.

En sí, el Zócalo rodeado de rejas custodiadas por efectivos del cuerpo de seguridad presidencial proyectaba una imagen hostil que se acentuaba unos metros más allá del asta bandera, en la parte más cercana al frente del Palacio Nacional, pues ahí el Estado Mayor Presidencial ocupó con vallas metálicas de mayor altura la Plaza de la Constitución.

Así, cerrado el paso en dirección a esos tres puntos, las únicas personas que transitaban sobre la plaza eran las que se dirigían a la estación Zócalo del Metro, para lo cual incluso la guardia implementó un pasillo para que los transeúntes no se desviaran hacia otra parte de la plancha y su tránsito quedara restringido al acceso al Metro.

Ante la restricción del paso, no fueron pocas las personas que hicieron patente su malestar, inconformidad y reclamos contra los efectivos militares, ya que debían llamar constantemente a la gente a que caminara por las banquetas cercadas y se abstuvieran de intentar cruzar la vialidad, por ejemplo, afuera del edificio moderno del gobierno capitalino, así como del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.


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