miércoles, 29 de octubre de 2008

PRI y PAN intentan trampa de última hora; fracasan




JESUSA CERVANTES

MÉXICO, D.F., 28 de octubre (apro).- Mediante "trampas legales" y de último momento, priístas y panistas pretendieron aprobar los "contratos de riesgo" y el otorgamiento de "incentivos" a empresas contratistas de Petróleos Mexicanos (Pemex), como inicialmente lo propuso Felipe Calderón.

Sin embargo, una amenaza de los perredistas de "reventar" la sesión obligó a los promotores del albazo a dar marcha atrás y aprobar la reforma energética en los mismos términos en que llegó procedente del Senado.

Luego de la pretendida imposición y de la toma de la tribuna por parte de una treintena de legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP), la Cámara de Diputados aprobó con 326 votos a favor, 133 en contra y cinco abstenciones, la reforma energética que otorga mayor autonomía de gestión y manejo de las finanzas de Pemex, y rechazó los cambios propuestos por Andrés Manuel López Obrador.

El excandidato presidencial pretendía que los legisladores integraran una séptima fracción al artículo 60 de la Ley de Petróleos Mexicanos, sección cuarta, capítulo "modalidades" especiales de contratación. Proponía que se agregara la siguiente frase: "No se suscribirán contratos de exploración o producción que contemple el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas".

Su propuesta no prosperó.

Por mayoría, los diputados aprobaron uno por uno los siete dictámenes que conforman la reforma energética: los cambios a la Comisión Reguladora de Energía; la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética; la reforma y adición al artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; la nueva Ley de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; la nueva Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía; cambios a la Ley Reglamentaría del Artículo 27 constitucional y la nueva Ley de Pemex.

El debate más ríspido se presentó durante el análisis de los dos últimos dictámenes, en los cuales López Obrador pretendía que se incluyera de manera específica la prohibición de los lotes. Sin embargo, los problemas iniciaron minutos antes de que arrancara la sesión: Cuando faltaba un par de minutos, una treintena de legisladores del PRD, respaldados por los 16 de Convergencia y 16 del PT --todos simpatizantes de López Obrador-, tomaron la tribuna para impedir que el presidente de la Mesa Directiva, César Duarte, y los demás miembros tomaran sus lugares.

Esto provocó que Duarte convocara de urgencia a los ocho coordinadores parlamentarios a una reunión en el salón de Protocolo, ubicado en el edificio "C". Ahí, se analizó la posibilidad de cambiar la sede de la sesión al Centro Banamex, sin embargo, la presión de los panistas se impuso y lograron que se restableciera en el mismo salón de plenos, aunque los miembros de la Mesa Directiva presidieran la reunión a ras del suelo.

A las 11:30 se reinició la reunión. En la tribuna permanecían los integrantes del FAP, un escalón más abajo (en el área de estenógrafos) se colocaron cerca de 40 legisladores del PAN y debajo de ellos, los miembros de la Mesa Directiva, custodiados por dos vallas de panistas.

Así, entre gritos -con megáfonos en mano-- y banderazos se inició la sesión. Los primeros cinco dictámenes se aprobaron con el voto del PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza, Alternativa y 66 de la fracción del PRD que forma parte de la corriente interna Nueva Izquierda, conocida como Los Chuchos.

El "albazo"

El problema se agudizó después de las dos de la tarde, cuando previo a la discusión de los dictámenes seis y siete, el diputado priista Carlos Rojas --uno de los principales detractores de la reforma--, se percató de que la minuta de la Cámara colegisladora (el Senado de la República) había sido modificada en los "considerandos".

Rojas lo comunicó de inmediato a los perredistas Javier González Garza y Juan N. Guerra, coordinador y vicecoordinador del grupo parlamentario del PRD, respectivamente.

En siete páginas de los "considerandos", bajo el título de "Contratos en la Ley de Petróleos Mexicanos", se plasmó la esencia de la reforma que el 8 de abril pasado envió el presidente Felipe Calderón al Senado de la República y que abría el paso a la privatización de Pemex.

González Garza convocó al panista Héctor Larios y al priista Emilio Gamboa, a una reunión urgente en las oficinas del coordinador parlamentario del PRI. Ahí, los perredistas reprobaron el pretendido "albazo legislativo" y reclamaron que no se les haya comunicado de los cambios que se le habían hecho a la minuta enviada por el Senado; y exigieron que se retiraran dichas modificaciones. De lo contrario, advirtieron, "reventarían" la sesión.
Leer más...AQUI