El Universal
Miércoles 26 de agosto de 2009
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Primera parte
Las pretensiones de alcanzar grados de eficiencia y legalidad en el gobierno federal han fracasado en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, acusan analistas. La instancia encargada de dar transparencia y combatir la corrupción, la Secretaría de la Función Pública, ha sido encabezada por amigos y aliados políticos de ambos presidentes.
“En esta y otras secretarías vemos a los amigos y parientes dentro de los organigramas, no a profesionales. Incluso se ha terminado por trabar los servicios de carrera de algunas de ellas (tenemos el caso sintomático de Relaciones Exteriores). Por ello el discurso de la eficacia es un discurso vacío”, dice Israel Covarrubias, director de la revista especializada Metapolítica.
Desde la Secodam hasta la Función Pública, se crearon marcos jurídicos y herramientas preventivas como la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información. Pero no se han logrado prevenir, abatir ni sancionar prácticas de corrupción e impunidad en la gestión pública, señalan.
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“En esta y otras secretarías vemos a los amigos y parientes dentro de los organigramas, no a profesionales. Incluso se ha terminado por trabar los servicios de carrera de algunas de ellas (tenemos el caso sintomático de Relaciones Exteriores). Por ello el discurso de la eficacia es un discurso vacío”, dice Israel Covarrubias, director de la revista especializada Metapolítica.
Desde la Secodam hasta la Función Pública, se crearon marcos jurídicos y herramientas preventivas como la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información. Pero no se han logrado prevenir, abatir ni sancionar prácticas de corrupción e impunidad en la gestión pública, señalan.