El decreto que extingue a Luz y Fuerza del Centro y, por lo tanto, la relación laboral derivada de la misma, es un auténtico bumerán: desnuda como ningún otro acto de gobierno la naturaleza antisindical, privatizadora y autoritaria del actual régimen.
De entrada, la violación flagrante a la Constitución y a la legislación laboral. Un solo dato ilustrativo: la ocupación de facto de las instalaciones de la empresa por parte de la fuerza policial se dio con horas de anticipación a la publicación del decreto de extinción. Lo primero ocurrió la noche del sábado 10 de octubre, mientras que el decreto se publicó en el Diario Oficial de la Federación el domingo 11. “Primero ocupo y luego justifico” es el modus operandi de un gobierno autoritario en cualquier parte del planeta. Así actuó Roberto Micheletti durante el reciente cierre de medios de comunicación opositores en Honduras y así lo hizo en su momento Hugo Chávez en Venezuela, frente a las televisoras críticas a su gobierno.
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De entrada, la violación flagrante a la Constitución y a la legislación laboral. Un solo dato ilustrativo: la ocupación de facto de las instalaciones de la empresa por parte de la fuerza policial se dio con horas de anticipación a la publicación del decreto de extinción. Lo primero ocurrió la noche del sábado 10 de octubre, mientras que el decreto se publicó en el Diario Oficial de la Federación el domingo 11. “Primero ocupo y luego justifico” es el modus operandi de un gobierno autoritario en cualquier parte del planeta. Así actuó Roberto Micheletti durante el reciente cierre de medios de comunicación opositores en Honduras y así lo hizo en su momento Hugo Chávez en Venezuela, frente a las televisoras críticas a su gobierno.