Que tal Senador Coldwell. ¿Cómo le ha ido? Vaya día en la Ibero, eh. Quién hubiera pensado que esos estudiantes que uno creería tan fresas, tan pirruris, tan bien acomodados, tan ajenos a la realidad del país fueran capaces de hacer lo que hicieron. Uno lo entiende en la UNAM, en el metro, en la calle, pero no en una institución educativa tan prestigiada como la Ibero, aunque usted ya no crea en eso. Pero no debiera usted preocuparse Senador Coldwell. Supongo que después del “pequeño zafarrancho” no le ha ido tan mal. Ni a usted ni a su candidato. Lo más seguro es que los medios lo tomen como un “breve incidente”, “pequeño zafarrancho”, “una insignificante anécdota”, “casi inexistente acción de una parte no representativa de la universidad”.
Puede usted estar seguro que será como si nada hubiera pasado: No se le recibió a su candidato con abucheos, nadie portó ninguna máscara de Carlos Salinas de Gortari, nadie mostró una cartulina exigiendo justicia en Atenco, nadie le gritó a su candidato que era un delincuente, no se llenó ninguna explanada principal de alumnos gritándole a su candidato ¡cobarde!, su candidato en ningún momento se escondió en el baño. Qué barbaridad pensar que pudo haberle ocurrido eso al candidato perfecto del copete a prueba de despeines, puntero de todas encuestas y probablemente el próximo presidente de México. Pobrecito, pero no se preocupe, senador. Este “pequeño” altercado se puede ver como un triste capítulo de la vida de telenovela que ha ido teniendo su candidato. ¿O no siempre el galán de telenovela sufre un poquito antes del gran final feliz con su amada?, en este caso nada menos que la Presidencia de México. Pobre, Enrique Peña Nieto no merece un trato así. ¿Y es que así es como han ido manejando su control de daños, no? Su candidato es una pobre víctima de la intolerancia y mala educación de un “puñado” de alumnos que a lo mejor ni eran alumnos. Su candidato fue víctima de un plan perfectamente orquestado por sus opositores. Digo, supongo que ya se dio la orden a ciertos periodistas de que hay que hacer responsable a AMLO de lo que ocurrió en la Ibero. ¿Es lo que ha estado diciendo o me equivoco, senador?
Yo le reconozco que su candidato cumplió en asistir a la Universidad Iberoamericana. A pesar de los abucheos al inicio de su presentación su candidato se mantuvo ahí, dio su exposición y respondió preguntas. ¿Pero que cree? No bastó para convencer a todo un alumnado que no se identifica con su proyecto, por más que usted afirme que las protestas provenían de alguna que otra voz. Usted textualmente dijo que la Ibero ya no es la universidad respetuosa y crítica que solía ser. Si ser respetuoso es ser lambiscón, servil y lame – copetes, tiene usted razón senador Coldwell, la Ibero no fue nada respetuosa. En cuanto a que la Ibero también dejó de ser crítica, los vídeos subidos a internet y tomados por los alumnos (esos vídeos que no veremos en el noticiero de Joaquín López Dóriga) pueden afirmar que si algo sobró fue crítica, pueden afirmar que usted miente, senador Coldwell, cuando dice que solamente un puñado de alumnos fueron los “revoltosos”. Lo que no corresponde a la realidad son sus afirmaciones frente a la gran cantidad de vídeos que nos enseñan como la gran mayoría de los estudiantes protestaban en contra de su candidato.
Usted no tiene ninguna autoridad para reprobar a los estudiantes de la Ibero ni de alguna otra universidad. Son los estudiantes los que tienen todo el derecho de reprobar a los representantes de la clase política. Esa misma a la que pertenecen tanto usted como su candidato. Usted pide una investigación y un castigo para los alumnos de la Ibero que pudieran estar involucrados en las protestas hacia su candidato. ¿Y los alumnos de la Ibero son los intolerantes, senador Coldwell? Uno entiende que la represión se pudiera encontrar en el ramillete de acciones de su partido desde hace muchos años, pero no puede decir que su candidato sufrió ataques de intolerancia mientras usted la propaga con su deseo de represión.
Aunque usted ya lo sepa (dado que estuvo ahí al igual que un servidor) déjeme decirle que en la Ibero no hubo porrismo, no hubo intolerancia, intransigencia ni mala educación. Tampoco hubo violencia, ni infiltrados del movimiento de Andrés Manuel López Obrador ni mucho menos alumnos previamente entrenados para reventar el evento de su candidato. Lo que se dio en la Ibero fue la más clara muestra de pluralidad y libre expresión características de un espacio abierto como lo es una universidad. Debería usted saber que cualquier protesta es legítima e inclusive necesaria, sobretodo si hay argumentos de sobra para darla. A lo mejor en el tiempo que llevan de campaña usted y su candidato han estado muy mal acostumbrados a los espacios cerrados, controlados, donde todo se sigue de acorde al guión. No, senador. Como usted sabrá el país no es ningún espacio controlado. Si su candidato se tuvo que esconder en el baño por alumnos inconformes, ¿en donde se terminará escondiendo cuando le lleguen las amenazas por parte del crimen organizado?
Los que se sienten avergonzados de la Ibero por los hechos de hoy no ven que se tuvo la oportunidad de que por fin se escuchara una voz que estuvo callada por mucho tiempo, que es la voz de los jóvenes. No nos considere tontos, senador Coldwell, porque no lo somos. No se vuelva a equivocar. Si la verdad nos hará libres, ¿por qué se busca callarla?
Atentamente: